31 oct 2014

El momento íntimo del parto


Robbie Williams tiene 2,3 millones de seguidores en Twitter y decidió compartir con ellos el nacimiento de su segundo hijo. En realidad, todo el trabajo de parto que llevó adelante Ayda Field, su mujer. En tiempo real, el cantante fue tuiteando en su cuenta desde que Ayda bailaba sensualmente en la habitación cuando el asunto recién está empezando, hasta la sonrisa de ambos cuando el bebé ya nació, y agradeció a los que estaban del otro lado (¿se puede decir así en Twitter?) por haberlos acompañado.
El tema es lo que pasa entre esos dos tweets, que por momentos parece una sitcom y me hizo acordar mucho al memorable capítulo de Friends del parto de Rachel. Hay situaciones en las que una puede reírse, por ejemplo cuando Ayda va caminando por un pasillo del hospital con el suero y parece ser Robbie el que va a parir, o cuando la mujer está doblada de dolor y él pasa de confortarla tiernamente a preguntarle si combinó bien los pantalones. Pero una no puede menos que compadecerse de Ayda cuando la partera le pide que puje y él insiste en cantar “Let it go”. “¡Puedes dejar de cantar Frozen!”, le implora ella.
Todavía menos suerte que Ayda tuvo una mujer en Estados Unidos que, como no llegaba al quirófano, terminó pariendo en el estacionamiento del hospital, mientras su marido grababa toda la secuencia completa con una cámara Go Pro colgada en su cabeza. Juro que si hubiera tenido a ese hombre delante de mí en ese momento, le hubiera dado vuelta la cara de un cachetazo (sí, violencia de género).
No debe haber experiencia más movilizante para una mujer que un parto. OK, padres, me dirán que para ustedes también: estimo que seguramente sí, pero les garantizo que de ninguna manera (para bien y para mal) se acerca a lo que sentimos nosotras, poniendo el cuerpo entero para abrirnos a que salga de él algo que nos es tan nuestro y a la vez tan ajeno. Y por más que en este caso se ve que fue todo consensuado y que por momentos Ayda se divirtió, debo admitir que esta costumbre cada vez más extendida de registrar el parto -e incluso ahora de compartirlo por las redes sociales- me perturba.
Recuerdo mi primer parto. Mi esposo me acompañó todo el tiempo, pero esos diez minutos en los que me quedé sola en el quirófano mientras él hacía los trámites, partida de dolor por las contracciones, fueron los más largos de mi vida. Lloraba sin parar entre el grito de cada contracción. Te sentís sola, te sentís vulnerable y sentís que no tenés el control. O al menos eso sentí yo, ya con una cesárea decretada por meconio, a merced del anestesista y los médicos, solo pudiéndome preocupar en ese momento por que mi hija estuviera bien. En el segundo llegamos más armados, pero después de un embarazo complicado, por lo cual la ansiedad era la misma o aún mayor.
Aunque la partera y la tía, que es obstetra y nos acompañó en el parto, me ofrecieron grabarlo como han hecho varias de mis familiares y amigas, nos negamos. Me negué porque siento que el parto es un momento íntimo e irrepetible de encuentro con tu hijo y que realmente no importa ese registro. ¿Echarán de menos ellos algún día no ver esa primera imagen todos llenos de cebo saliendo de la panza de su mamá? No lo creo. Sé que en algún lugar de su alma estará guardado ese primoroso primer abrazo que les di, cuando me los pusieron sobre mi pecho y les dije, con la mayor alegría que una mamá puede tener: “Llegaste”. Yo no necesito nada más.
Foto: Raphael Goetter/Flickr

Esta nota se publicó originalmente en Disney Babble Latinoamérica. 

28 oct 2014

Correr trae muchos beneficios... y yo me los pierdo

A fuerza de sus ventajas para el cuerpo y la mente, el running gana cada vez más adeptos. Pero, aunque lo intenté, no logré que me sedujera. Y me siento una marciana. Post en Disney Babble Latinoamérica. 

24 oct 2014

Tiempo, eso que siempre nos falta


Nuestra vida es un rompecabezas donde las horas encajan con precisión quirúrgica. Estamos felices con ella, pero ¿cuántas veces sentimos que no nos queda resto? Post en Disney Babble Latinoamérica

¿Cuál es tu excusa?


Excusa: según la Real Academia Española, es el “motivo o pretexto que se invoca para eludir una obligación o disculpar una omisión”. La excusa es la explicación a lo que no hicimos, pero… ¿no puede ser también la razón para lo que sí hacemos?

Con esa idea, la de cambiar lo negativo por lo positivo y la justificación por la motivación, Adidas lanzó su nueva campaña #miexcusa, que no sólo es una muy buena estrategia comunicacional para una empresa sino también una interesante llamada a la reflexión, que puede extenderse mucho más allá de una marca.



#miexcusa se presentó el último jueves con un evento en el Hipódromo de Palermo, en el que dieron una charla la actriz Carla Peterson, la modelo Mía Flores Pirán y la jugadora de las Leonas Rochi Sánchez, que expusieron sobre qué cosas las motivan a ellas para entrenar. Peterson, madre de un hijo pequeño y que actualmente graba muchas horas por día para la tira “Guapas”, reconoció que, como muchas mujeres, muy seguido se siente cansada y se pregunta cuándo va a ejercitarse. “Pero busco la forma para hacerlo por lo menos dos veces por semana: salir a caminar, a correr, a bailar”, contó la actriz, quien dijo que su principal excusa para la actividad física es que “me llena de energía”.

Luego, el emprendedor Andy Freire dio una clase para pensar en cómo transformar la excusa en motivación. Y puso como ejemplo qué pasa cuando alguien tiene una zapatilla en la mano, la suelta y se cae. “Cuando pasa algo siempre hay dos factores. Uno externo, que está fuera de nuestro control: la zapatilla se cayó por la ley de gravedad. Y otro que nos pone como protagonistas: yo la solté”, graficó. Del mismo modo, enumeró distintos ejemplos. “Cuando llegamos tarde a un lugar es por culpa del tráfico, no porque yo salí tarde. O decimos ‘se nos cayó la leche’. O ‘la maestra me bochó’ y ‘yo me saqué un 10’, nunca ‘a mí me bocharon’ y ‘la maestra me puso un 10’. Si hablamos en tercera persona obtenemos una inocencia que nos pone fuera de la escena”, explicó.


En este sentido, sugirió “pensar de otra manera la excusa, no como algo que me pone afuera sino que me invita a ser protagonista” y propuso que cada uno busque “la excusa que lo motive para entrar en acción”.

20 oct 2014

Las empresas ahora pagan por postergar la maternidad


Facebook y Apple anunciaron un polémico beneficio para sus empleadas: les pagarán a las que congelen óvulos. Y así blanquearon que el mercado laboral ve bien que las mujeres posterguen ser madres. Post en Disney Babble Latinoamérica

La historia de El Trapito, la historia de un barrio


La Asociación nació 80 años atrás por iniciativa de aquellos que llegaban al puerto de Buenos Aires y que buscaban un espacio donde compartir su vida social. Tras una breve desaparición en los noventa, El Trapito reabrió sus puertas y hoy trabaja por la inclusión de muchos chicos del barrio de La Boca. Nota en Revista Ciudad Nueva.

Al rescate de la "micro historia"


El Archivo Regional de Cine Amateur es un precioso proyecto que rescata antiguas imágenes caseras de escenas familiares, como viajes y festejos, que son un reflejo de las características sociales y culturales de los argentinos a lo largo del siglo XX. Nota en Revista Ciudad Nueva.

15 oct 2014

Es autista y conmueve al mundo


Cuando los padres de la pequeña Iris Grace le pusieron los pinceles en la mano, nunca imaginaron que le cambiarían la vida. Sus pinturas se venden por todo el mundo y muestran cómo el arte puede vencer las adversidades. Post en Disney Babble Latinoamérica

Nuevas familias: más libertad para amar y ser felices

El modelo tipo de la publicidad de cereales quedó antiguo. Nuestros hijos pueden aceptar incluso con más naturalidad que los adultos otras formas de ser mamá, papá y hermanos. Post en Disney Babble Latinoamérica

Mamá a la distancia

En 1997, el ex marido de Gabriela Arias Uriburu se llevó a sus pequeños a Jordania. Hoy, logró reconstruir su familia y creó una ONG que lucha por los derechos de los niños que son víctimas de las separaciones conflictivas de sus padres. Post en Disney Babble Latinoamérica. 

14 oct 2014

Cuidado con las gaseosas



Diariamente, consumimos muchas calorías "vacías" (las que no nos aportan ningún nutriente) casi sin darnos cuenta. Y una de las fuentes que las aportan son las gaseosas. Un reciente estudio de la Fundación Interamericana del Corazón reveló que tomar una sola gaseosa no light de 600 ml (una botella chica) nos hace superar la dosis de azúcar diaria recomendada por la OMS.

Según explica la fundación en su página web, "la recomendación actual de la Organización Mundial de la Salud indica que el consumo de azúcar agregada debe representar menos del 10% del total de energía consumida en un día por una persona. Esto equivale a 50 gramos de azúcar por día (10 cucharaditas) para una dieta promedio de 2000 kcal. De modo que sólo con el consumo de una botella de 600 ml de gaseosa, una persona supera ampliamente la cantidad de azúcar agregada recomendada por día". Esa medida aporta en promedio 65 gramos de azúcar. Para llegar a estas conclusiones, la FIC analizó el contenido de 184 bebidas azucaradas.

El consumo excesivo de azúcares incrementa el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como la diabetes y patologías cardiovasculares. El estudio de la FIC adquiere particular relevancia en la Argentina, donde según la consultora internacional Euromonitor se consumen 137 litros de gaseosa per cápita al año, el primer puesto del consumo mundial. Y si bien hay un porcentaje importante de gaseosas light en ese total, el dato sirve como una llamada de atención.

Los expertos recomiendan siempre elegir el agua como primera bebida a la hora de hidratarse. Sugieren incorporarla a la alimentación desde la primera infancia, reemplazando gaseosas, jugos y aguas saborizadas. Incluso, afirma un documento de la Sociedad Argentina de la Nutrición, tomar 1,5 litro de agua por día, en los adultos, puede ayudar a adelgazar hasta 2,5 kilos en un año.

12 oct 2014

El mundo de Mafalda, una expo para jugar



Mafalda es un ícono cultural argentino. La creación de Quino está cumpliendo 50 años, y sigue más vigente que nunca, abordando temas que sonuniversales. Pero también refleja una época pasada, en la que la gran innovación tecnológica era la tele (sin control remoto), y la música (los Beatles) se escuchaba en el tocadiscos.

En coincidencia con el 50° aniversario de su publicación, una exposición en la Usina del Arte invita a los más grandes a redescubrir el universo de Mafalda y a los más chicos, a conocerla jugando. Aquí, una guía para recorrerla.


El auto
El viejo Citröen 2CV del papá de Mafalda está exhibido en la planta baja. Símbolo de las décadas del 60/70, está estacionado (con toda la familia dentro) en una "calle" de la historieta rodeado de otros lugares emblemáticos de la tira de Quino, como el almacén Don Manolo y la plaza donde tantas horas pasan jugando e imaginando aventuras Mafalda y sus amigos (y hasta Felipe tiene su estatua).



Lo que le gusta (y lo que no) a Mafalda
A través de objetos y espacios, se puede aprender más sobre esta niña cuestionadora, sensible y soñadora. Una enorme escenografía de flores invita a sentarse con ella y sacarse una foto en la primavera, su estación favorita; en una pequeña plaza anda en bicicleta; en su armario está su ropa; en el tocadiscos suenan los Beatles, en una vieja tele a botones pasan dibujitos del Pájaro Loco y la mesa está servida para comer (¡puaj!) sopa.






El universo Mafalda
Las gigantografías con viñetas y datos de todos los personajes permiten conocerlos más, y también a Quino, el genial creador de la tira. 



La casa de los 60
Entrando por la puerta del departamento F donde vivían Mafalda y su familia, se accede a una preciosa reconstrucción de una casa típica de la clase media de esa época, con un comedor y living en el que los visitantes se pueden sentar y disfrutar un rato de la tele (o hablar por un teléfono de disco).





Sellos y dibujos
Recreando el trabajo en la oficina del papá de Mafalda, los chicos pueden usar sellos con las figuras de los personajes, dibujarles la cara y pintarlos.




Las historietas
En distintos espacios de la muestra se pueden leer varias de las tiras más vigentes de Mafalda, reírse y emocionarse.




Los mundos
Como el mundo es la mayor preocupación de Mafalda, el globo terráqueo es casi un personaje más en la historieta: Mafalda le habla, lo cuida, intenta "que no sufra" tanto. Las distintas versiones del mundo en la tira sorprenden y se pueden tocar y girar (como todo globo terráqueo).





Los inventos
En sus juegos, Mafalda y sus amigos inventan soluciones simples y desopilantes a problemas cotidianos. Así, una caja con un sifón y un colador sirve para volar, un colador de cocina es un casco que deja pasar las ideas y una tortuga con un centímetro hace las veces de reloj.





Los juguetes
Un espacio para recordar (o descubrir) los juegos y juguetes tradicionales en la década del 60.



Mafalda TVO
Una sala para tirarse al piso y ver, en una enorme tele, las tiras animadas que Quino realizó con el cubano Juan Padrón en 1992.



Días y horarios
"El Mundo según Mafalda" se puede visitar todos los días, hasta el 30 de noviembre, en la Usina del Arte (Caffarena 1, esq Av. Pedro de Mendoza, La Boca). Jueves y viernes de 10 a 18, sábados, domingos y feriados de 12 a 20. La entrada es gratuita. Para visitas guiadas: elmundosegunmafalda@usinadelarte.org.ar.





7 oct 2014

Mirar la luna

Vivimos tan apuradas, tan preocupadas y tan estresadas que tenemos que caminar mirando al ras del piso para no chocarnos con el mundo (cuando no vamos mirando la pantalla del celular). Pero hay algo que nos estamos perdiendo. Algo que está arriba. Que nos invita a desconectarnos un ratito, a fantasear e imaginar. Claro, si nos animamos a levantar la cabeza.
La luna es una amiga misteriosa. Cercana y a la vez inaccesible, como esos amigos por correspondencia que tanto se usaban cuando éramos chicas para practicar idiomas, con los que nos contábamos gustos y secretos, nos mandábamos fotos y dibujos, pero sin llegar a conocernos nunca. Solo unos pocos amigos por carta tenían la posibilidad de verse cara a cara, un poco más, sí, que los hombres que tuvieron la oportunidad de pisar la Luna (fueron 12; ninguna mujer).
Incentivada por mi hermano mayor, que es un astrónomo frustrado, los fenómenos del cielo siempre me fascinaron, aunque no entiendo nada de las leyes de la física que los rigen. No hace falta: el universo, o la escasa porción de él que podemos ver en una noche estrellada, es un cuento, un poema. 
La luna fue siempre para mí una protagonista privilegiada de esos relatos fantásticos. Cuando era chica, me encantaba mirarla, intentar descubrir sus cráteres, pensar cómo sería caminar sobre ella. Me llamó siempre la atención ese ciclo tan perfecto de luna nueva-cuarto creciente-luna llena-cuarto menguante. Y envidiaba a los astronautas que hace 45 años la colonizaron (mi abuela decía que habían montado todo en algún desierto solo para la transmisión de la televisión).
Pero los años pasan y la luna no deja de cautivarme. Y no soy la única. Hace pocos meses, se pudo ver en Buenos Aires la primera de las lunas sangrientas, una rara forma de eclipse total en la que el satélite toma un tono rojo y que se repetirá el 8 de octubre. Más de 3000 personas fueron al Planetario de la Ciudad, en plena madrugada de un día de semana, a verla con los telescopios y el tema fue trending topic en las redes sociales. Mi hija me pidió levantarse una hora antes de ir al colegio y nos quedamos un buen rato contemplándola en la ventana, abrazadas y en silencio, disfrutando del espectáculo.
No hace falta un raro eclipse para ceder a la magia de la luna. Ha estado allí por siglos, nuestro satélite, acompañándonos e iluminándonos, testigo de nuestra historia y nuestros sueños. Quizá por eso nos atrae tanto: porque es una forma perfecta, redonda, con la pureza del blanco, porque se la asocia a lo femenino (hermano sol, hermana luna) y hay en ella, entonces, una metáfora de lo maternal. 
Las invito a mirar la Luna y a que lo hagan con sus hijos. Desde la terraza una noche de verano o desde una ventanita esas mañanas de invierno cuando todavía no amaneció, ni hablar en la playa o en el campo con el cielo despejado, cuando se une con las estrellas en un cuadro magnífico. Les sugiero que se relajen, se tomen de la mano, la miren y den rienda suelta a la imaginación. Es un regalo maravilloso.
Post en Disney Babble Latinoamérica.