24 nov 2015

Llevar a mis hijos a la plaza es una tortura


La maternidad tiene sin dudas un lado B. Para la inmensa mayoría de nosotras, es muy difícil asumir en público nuestro lado B. Lo que no soportamos, lo que no podemos manejar, lo que nos hace pensar en qué estábamos pensando cuando decidimos embarcarnos en esto.
Yo tengo montones de simples en el lado B de mi disco (la metáfora suena antigua ahora que la música se escucha en streaming, pero pasé mi adolescencia poniendo vinilos). Todas los tenemos, aunque una madre perfecta siempre suena como el hit del lado A. Hoy voy a musicalizar con la cosa que más odio, detesto y aborrezco de la maternidad: el parque.
Un psicólogo a la derecha, por favor. El origen debe estar en mi propio trauma infantil con el parque. El más cercano quedaba a más de diez cuadras de mi casa y ya me sentía cansada de caminar cuando llegaba. Era un parque nuevo y los árboles estaban recién plantados así que, sin sombra, me moría de calor bajo el sol. Me molestaba la arena del arenero en mis zapatos. Y me molestaba ese campo de batalla que sentía que era el patio de juegos, debiendo luchar contra otros niños para el turno de la hamaca, soportando a los que me empujaban en el tobogán o la resbaladilla porque yo bajaba lento o a los que me levantaban muy alto en el sube y baja. La pelea cuerpo a cuerpo por el caballo más lindo del carrusel merece otro capítulo. 
El parque es un mundo a escala. Y allí los niños aprenden a socializar. OK. Aceptando esto, hacia allí fui con mi hija primero y con los dos después. Si la arena me molestaba a los ocho años, a los 30 y pico directamente me desespera. Pero lo que más me desespera es el peligro permanente que para mí representa el parque.
Si hay un lugar donde se materializa la siempre presente fantasía del rapto de un hijo, es en el parque. Incluso ahora, que mis hijos ya están grandes, no puedo jamás relajarme allí. Me instalo en la puerta del patio de juegos para controlar que no salgan y no les saco un ojo de encima. Las otras madres con las que a veces me encuentro deben pensar que soy un ser antisocial, pero hablo sin mirarlas porque mis pupilas apuntan como un escáner a mis hijos. Aún así, todo el tiempo pienso que pueden ser abducidos por un secuestrador.
El otro temor es a que se desnuquen. No, no que se caigan y se golpeen, que como lesión grave se hagan un raspón y les salga un poco de sangre (lo que puede llegar a ocurrirle a un niño en un parque). Ante cualquier mínima caída, ya imagino la terapia intensiva. Cada vez que se les ocurre subir a un juego para escalar, preparo el número de las emergencias médicas.
El otro temor, ahora que crecieron, es a que se conviertan en asesinos. O sea, que empujen ellos sin querer al niño más pequeño que se caerá del juego para escalar y se desnucará. Así que ahora no solo presto atención a mis hijos, sino a los 14 niños que los rodean en cada juego.
Están más grandes, lo dije, y no piden tanto ir al parque. Menos mal. ¿Dije también que sigo odiando el sol como cuando tenía ocho años?

Este post se publicó originalmente en Disney Babble.

12 nov 2015

15 consejos para sacar y guardar fotos con el celular



Piensen bien... ¿cuándo fue la última vez que sacaron una foto con una cámara tradicional? Cada vez más, los smartphones son el aparato elegido para fotografiar nuestro mundo: desde una selfie hasta las fotos de un viaje, pasando por el acto escolar de nuestros hijos y la cena en ese restaurante de moda (foto del plato que inevitablemente irá a Instagram, porque para eso se saca). 

Tomamos fotos todo el tiempo. Y los celulares cada vez más cuentan con avances tecnológicos que los igualan a las cámaras reflex. ¿Cómo sacarle provecho a nuestro teléfono para captar las mejores instantáneas?

En un evento para periodistas en el que mostró su aplicación Google Photos (una herramienta excelente para almacenar y organizar gratuitamente y de manera ilimitada nuestras fotos, recomiendo probarla si aún no lo hicieron), Google invitó a Jonas Papier, director de la escuela de fotografía Motivarte, para hablar de los trucos básicos para aprovechar al máximo la cámara de un smartphone. En ese mismo encuentro LG presentó su LG G4, un smartphone con una cámara que ofrece prestacionesinnovadoras y únicas, idénticas a las de una reflex (incluida la función manual). 

¿Cómo sacar buenas fotos con un teléfono? Aquí, 10 tips del experto Papier: 
  1. La iluminación es clave. Si vamos a retratar a alguien, dar varias vueltas alrededor de él para ver cómo cambia la luz y elegir la mejor toma. La luz lateral genera sombras sobre las personas y más volumen en el objeto a fotografiar (por ejemplo, un edificio). 
  2. Pensar la relación entre el sujeto y el fondo. El fondo son dos tercios de la foto, así que es muy importante.
  3. El foco. Poner el dedo sobre el lugar de la pantalla que me interesa enfocar. Cuanto más lejos estoy, más enfoco. Cuanto más me acerco, se hace foco diferenciado. 
  4. Limitar el flash sólo a lo indispensable. Un ejemplo es lo que se llama "empatar las luces": cuando tenemos a una persona oscura sobre un fondo con luz, tocar con el dedo el foco y tirar el flash para iluminar al sujeto. 
  5. Contraluz. Cuando la luz entra al lente, generar una especie de parasol con la mano sobre el celular para evitar ese efecto.
  6. Elegir la sombra. Evitar los retratos bajo la luz del sol, llevar a la persona a la sombra. Si no se puede, que a nuestras espaldas haya algo blanco (una pared, por ejemplo) para que le pegue el sol. Una cortina traslucida sobre una ventana puede generar el mismo efecto que una nube.
  7. Jugar con el encuadre. Variar los puntos de vista: bajar la cámara para tener la visión de un niño o subirla más algo que nuestra cabeza.
  8. Función HDR. Achica la distancia entre las luces y las sombras y se recomienda para los paisajes. 
  9. Fotografía cotidiana. Sacar fotos a todo lo que me llame la atención: ser rápido y variar el punto de vista, entrenar la mirada y jugar con los reflejos. 
  10. Movimiento. Cuando el sujeto está en movimiento, seguirlo con la cámara (sin flash) y disparar cuando está por la mitad del recorrido. Cuanta menos luz hay, más intenso es el efecto.


Una vez que tomamos las fotos, ¿cuál es la mejor manera de guardarlas? Más allá de que uno quiera optar por un soporte físico (como un disco externo), la opción de Google Photos es una excelente alternativa para tenerlas gratis en la nube. La descubrí hace pocos meses y realmente funciona: si no lo hicieron, les recomiendo probarla ya que permite no sólo almacenar sino ordenar fotos y videos. Desde Google explican en cinco pasos cómo empezar a usarla: 

  1. En los dispositivos móviles las fotos se pueden respaldar automáticamente. Al iniciar por primera vez la aplicación en el teléfono o tableta Android o iOS, activar el respaldo automático. Adicionalmente, se puede seleccionar la opción de “Carpetas del dispositivo” desde el menú de la aplicación para elegir qué otras carpetas respaldar, por ejemplo las imágenes que se tomen desde otras aplicaciones como Instagram o Evernote. 
  2. Las fotos también se pueden subir desde la computadora, discos externos o tarjetas de memoria. Acceder a la versión web de Google Fotos, pulsar el ícono en forma de nube en la parte superior de la pantalla y seleccionar las fotos y videos individuales o carpeta completa que se quiere agregar a la biblioteca. Las imágenes se pueden agregar a un álbum existente o crear uno nuevo. Para mantener sincronizada la carpeta de imágenes con Google Fotos, se puede descargar la app para Mac o Windows y elegir qué carpetas sincronizar para que el respaldo también se haga de manera automática.
  3.  La aplicación permite crear animaciones y collages con las fotos desde el dispositivo. Seleccionar las imágenes (pulsar la primera imagen durante dos segundos y luego arrastrar el dedo sobre el resto de las imágenes) y pulsar el botón de “+” para crear una animación o collage. También se pueden reunir videos en una película o crear una historia con las mejores fotos de algún evento.
  4. Tanto en la versión web como en la aplicación, es posible realizar ediciones simples. La imagen se puede girar, recortar, modificar la luz o agregar un marco con la opción (ícono en forma de lápiz). Una vez terminada de editar, se puede guardar o regresar a la versión original.
  5. Google Fotos también permite  compartir las fotos con quienes se elija y mantener el control de qué imágenes se compartieron. Seleccionar las imágenes que se quieren compartir, pulsar el botón de “+” para nombrar la colección de fotos (también se pueden compartir sin necesidad de crear una colección o álbum nuevo) y luego el botón de compartir para obtener un vínculo por correo electrónico o por un hangout, o el ícono de la red social que se quiere utilizar para compartir la selección.


    Imagen: LG