29 jun 2016

Enseñarles a cuidarse sin obsesionarse


El embarazo adolescente es un problema serio en toda América Latina. En el estado mexicano de Nueva León, nacen cada año 30.000 bebés de madres menores de 15 años. Y el gobernador Jaime Rodríguez quiso alertar sobre eso con una frase tan poco feliz que desató un escándalo.
El siempre polémico Rodríguez estaba en una charla en la que también habló sobre otros problemas sanitarios y ahí espetó la frase: “Nadie quiere a una niña gorda”. Después de las críticas, quiso arreglar el asunto diciendo que en realidad estaba hablando del embarazo. No hace falta decir que no lo arregló.
Me quedé pensando en la frase de Rodríguez. Porque suponiendo que hablara de embarazo, hacer una analogía con la gordura es burdo y superficial. A las adolescentes hay que hablarles de todo lo que implica tener un hijo a edad temprana, más que hacer hincapié en el aspecto físico. 
Y suponiendo que no hablara de embarazo, el asunto es aún más grave. Porque lo dice una autoridad tan importante como un gobernador, y por lo que esa frase connota.
Otro político, el flamante alcalde de la ciudad de Londres, también fue noticia por una decisión que tiene que ver con el cuerpo (en especial el femenino): prohibió en el metro los avisos publicitarios que promuevan una imagen corporal poco saludable. El alcalde, Sadiq Khan, tiene hijas adolescentes y argumentó su medida en que está “extremamente preocupado por ese tipo de publicidad que puede degradar a personas, particularmente a mujeres, y hacerlas sentirse avergonzadas de sus cuerpos. Es hora de poner fin a eso”.
Dos caras de una misma moneda. Y una pregunta que me hago bastante seguido a mí misma: ¿estoy educando de manera correcta a mis hijos respecto de lo que implica la imagen corporal?
La línea en la que tenemos que caminar los padres es fina como el cable de un equilibrista. En una sociedad donde la obesidad es una epidemia, imperiosamente tenemos que criar niños que cuiden su cuerpo. Pero también en una sociedad donde los modelos de belleza están distorsionados y se nos pide tener cuerpos imposibles, debemos fortalecer su autoestima para que no sean víctimas de esos mandatos, con las graves consecuencias para su autoestima y su salud que pueden tener. ¿Entonces? ¿Qué hacemos? 
Es mentira que a las niñas gordas no las quiere nadie. La contextura física no define nunca a una persona, ni al modo en que se relaciona con los demás. Es mentira que la delgadez te garantice felicidad, aunque los que encajan en esos parámetros, a veces, sean populares y admirados. No podemos ser ciegas y negar algo que vemos todo el tiempo en diversos entornos. 
No sé si mi receta es buena, pero es la única que sé aplicar con mis hijos. En casa hablamos mucho de la necesidad de alimentarnos bien, de hacer actividad física, de mantenernos en un peso adecuado, pero jamás he puesto frente a mis hijos el valor de la estética como el que los mueva a cumplir esos objetivos. Hablamos de que si se alimentan mal pueden tener problemas de salud importantes cuando sean más grandes, y también de que podemos darnos permisos con cosas que nos gustan y que no son tan buenas, pero que son eso, permisos, excepciones y no la regla. Hablamos también sobre qué es ser lindo o linda, y que la belleza no es un valor absoluto. En particular con mi hija, que es más grande (y, admitámoslo, como mujer más expuesta a los mandatos sociales sobre el físico) intento siempre mostrarle qué hermosa es, ella, así, como es. 
No me resulta fácil. Creo que la clave es cuidado y aceptación. Aceptarme como soy y quererme, entender que este cuerpo es el envase que voy a llevar toda mi viday por eso tengo que tratarlo del mejor modo posible. Yo aprendí eso, de adulta. Ojalá pueda enseñárselo a mis hijos, y que ellos lo aprendan antes.

25 jun 2016

¿Nos enfermamos más en invierno?



Este año el frío llegó temprano. Pero ahora estamos ya plenamente en invierno, estación asociada a la gripe y las enfermedades respiratorias. Pero, ¿es cierto que nos enfermamos más en invierno?

La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria acaba de difundir un texto interesante respondiendo las preguntas más frecuentes sobre las infecciones respiratorias.
¿Hay más infecciones respiratorias en invierno? Sí. Es por el aumento de la circulación viral, los microorganismos que en esta época del año encuentran condiciones excepcionales para su persistencia en suspensión en el aire y la transmisión por esa vía o por contacto a la vía respiratoria de otras personas.
¿Por qué nos resfriamos tanto todo el año? El aparato respiratorio está sometido a una intensa exposición de elementos en suspensión, incluyendo virus y otros microorganismos presentes en el aire que respiramos. Las vías aéreas poseen mecanismos de vigilancia y protección que evitan que suframos muchas más infecciones. Teniendo en cuenta esto, los al menos menos 5 o 6 episodios de infecciones virales que sufrimos por año son pocos en relación al riesgo corrido.
¿Cómo es el proceso de una infección? Cuando los virus sobrepasan los mecanismos de defensa, se adhieren a la superficie de las células del tracto respiratorio y penetran las membranas celulares, desencadenando procesos defensivos que producen lesión celular, incremento de secreciones, molestias locales, tos irritativa, etc. Si los procesos de defensa no funcionan adecuadamente, pueden producirse infecciones más graves y complejas ocasionadas por otro tipo de microorganismos, las bacterias. La mayoría de los procesos comienzan por la vía aérea superior (nariz, faringe, laringe, oído medio) y pueden extenderse a la vía aérea inferior afectando tráquea, bronquios y ocasionalmente el propio tejido pulmonar, configurando cuadros infecciosos conocidos como neumonías.
¿Cómo se puede prevenir la influenza? Con la vacunación. La inmunización contra la influenza debe repetirse todos los años. La vacuna está disponible en Argentina a partir del mes de abril y puede ser recibida por todos los mayores de 24 meses de edad. La indicación recomendada por el calendario en nuestro país comprende a los niños entre 6 meses y 5 años de edad y a los mayores de 65 años. Además, incluye a las embarazadas y puérperas, y a los portadores de enfermedades pulmonares, cardíacas, renales, hepáticas, cáncer, diabetes e infección por HIV de cualquier edad.
¿Existe alguna otra vacuna útil para prevenir infecciones respiratorias graves en adultos y niños? Sí, la vacuna contra el neumococo. Este agente es la bacteria que más comúnmente produce neumonía en niños y adultos. La vacuna no conjugada contiene 23 cepas, si bien es capaz de prevenir infecciones invasivas su capacidad para generar defensa contra la infección en otras infecciones es discutida. La vacuna conjugada de uso extendido los últimos años es la 13 valente conjugada, esta es más efectiva para producir inmunidad, y a diferencia de lo ocurrido con la vacuna no-conjugada, ha demostrado su capacidad para prevenir tanto la infección invasiva como la no invasiva.
¿Es frecuente que las vacunas produzcan gripe u otras complicaciones? Las vacunas son muy bien toleradas. Ocasionalmente la vacuna contra influenza puede ocasionar algún leve malestar en el cuerpo que raramente interfiere con las actividades de la persona y dolor leve en el sitio de inyección. Otros eventos adversos son extremadamente infrecuentes. La vacuna contra el neumococo como reflejo de la reacción inflamatoria que acompaña al desarrollo local de su efecto inmune produce algún dolor que cede en pocos días.

20 jun 2016

Nuevos productos para la piel del bebé


En un evento reciente, los laboratorios Galderma presentaron su gama completa de productos. Por recomendación de mi dermatóloga descubrí hace muchos años los limpiadores e hidratantes de su marca Cetaphil y me hice una consumidora fiel. Ahora el laboratorio está difundiendo ésta y sus otras líneas, y acaba de estrenar una nueva de Cetaphil específica para bebés (que no puedo probar con mis niños porque ya son grandes). 


La piel del bebé recién nacido es mucho más fina y delicada que la de un adulto y el proceso de adaptación del entorno amigable de la panza de su mamá al “mundo exterior” y todos los agentes que pueden afectarla lleva un año. Por eso mismo es fundamental elegir productos hipoalergénicos con ingredientes naturales, que su delicada piel pueda tolerar. 



















La línea de Cetaphil ofrece tres productos con estas características, sin colorantes, aceites minerales ni parabenos, que cubren todas las instancias de limpieza y cuidado del bebé: el baño líquido que puede usarse para limpiar todo el cuerpo durante el baño; la loción hidratante que ayuda a fortalecer la barrera natural de la piel y a mantener su humedad; y el aceite, que también bloquea la pérdida de la humedad, protege y apoya el desarrollo de la piel.



  • Para lavar la cabeza, colocar la mano debajo de la espalda y elevar la espalda y la cabeza del bebé con el brazo. Humedecerla con agua, aplicar un producto neutro, enjabonar la cabeza y frotar suavemente de adelante hacia atrás. Enjugar con agua limpia.
  • El rostro del bebé hay que lavarlo con agua, pero sin jabón.
  • Para limpiar las orejas, usar el dedo meñique envuelto en un paño húmedo. Nunca usar hisopos.
  • Después de bañarlo, secarlo bien y si se desea, aplicar loción excepto en el rostro. Si se aplica una loción, no usar talco. Y se usa talco para bebé, siempre debajo del nivel de la cintura. 
  • La costra que se forma en la cabeza es normal. Aplicar una pequeña cantidad de aceite para bebé, cubrir con un gorrito suave (para no manchar el colchón), y dejar actuar durante la noche. 
Fotos: John Drake / Flickr y Facebook Pieles que Inspiran

18 jun 2016

10 lecciones para un hincha de fútbol


Aunque trabajé como periodista cinco años en un diario deportivo, nunca amé el fútbol. Simpatizaba por el equipo del que simpatizaba mi padre, que nos legó como herencia los colores rojos de su camiseta a mi hermano y a mí. No íbamos a la cancha, pero nos interesaba si nuestro equipo ganaba y festejábamos sus no muy frecuentes logros (la época de oro, claro, había pasado cuando mi papá se hizo hincha). 
Digamos, como se dice en la jerga futbolística, que yo era una resultadista. Y cuando nacieron mis hijos, como mi padre nos había transmitido su herencia a mi hermano y a mí, dejé que mi marido hiciera lo mismo con su (mi) descendencia. Pero, claro, la historia iba a ser distinta
Como en todo en su vida, con el fútbol también mi marido es un apasionado. Y no es un resultadista como lo era yo: él alienta a su equipo en las buenas y en las malas e incluso más en las malas (eso hacen los verdaderos hinchas, ¿no?). Así que casi sin darme cuenta, me encontré en una familia futbolera. En mi casa se para el mundo cuando juega Huracán, nuestro equipo (porque ya es mío también, como un hijo adoptivo), mis hijos coleccionan camisetas, idolatran a los jugadores, cantan las canciones, vamos los cuatro al estadio en plan familiar (de una de esas veces es la foto que ilustra esta nota). 

  • Aprendí con ellos a ser fan del fútbol. Y entendí que, con el fútbol, ellos aprenden muchas lecciones que van a serles de utilidad en su vida:
  • Aprenden a disfrutar del encuentro familiar. Alrededor de una actividad o, mejor dicho, de un sentimiento común, podemos compartir momentos muy intensos desde lo emotivo, divertirnos, enojarnos, estar contentos o tristes. Juntos. 
  • Aprenden a identificarse con algo y a defenderlo. Son los colores, es un escudo, un equipo: un sentimiento alrededor del cual encolumnarse con todos esos desconocidos que sienten lo mismo que uno. Como una pequeña patria. 
  • Aprenden lo que es la derrota. Sería genial que nuestro equipo siempre ganara, pero eso es imposible. Nosotros hemos soportado perder finales injustamente y sabemos lo que es descender de categoría. También lo que es volver a tu lugar y salir campeón. Por eso, cuando te ha tocado estar en la mala, disfrutas mucho más el momento en que la suerte se pone de tu lado. 
  • Aprenden que los resultados no siempre dependen de uno. Puedes poner todo tu esfuerzo en lograr algo, pero hay siempre situaciones que se escapan de tu control. Y quizás tenías ese partido ya ganado y un gol mal cobrado en los minutos finales te arrebató un título. Es quizás la lección más grande que el fútbol te da para la vida: puedes ganar, puedes perder, pero siempre tienes que seguir jugando.
  • Aprenden a relacionarse con los demás. Solo en la cancha puedes fundirte en un abrazo de alegría con un desconocido o llorar en el hombro de esa misma persona. No importa quién sea el que está a tu lado, es tu par porque siente lo mismo que tú. 
  • Aprenden a tener fe. En mi familia somos todos (mi esposo, mis hijos y yo la que más) súper racionales. Hasta que comienza el partido. Somos capaces de sostener cábalas insólitas (como no entrar a una habitación si el equipo hizo un gol mientras estábamos fuera) o vestirnos durante todo un campeonato con la misma remera cada encuentro (como si la remera fuera la que hiciera los goles). ¿Incomprensible? Sí, pero quién no necesita algo de fe en su vida.
  • Aprenden que el rival no es un enemigo. Me parece una gran lección que tenemos que fomentar. Nunca hay que permitir la violencia. Yo apoyo a estos colores y el otro apoya a los suyos, en la cancha vamos a dejar lo mejor de cada uno para ganar, pero cuando salimos podemos seguir siendo amigos. Es una estupenda metáfora de lo que significa respetar que el otro piense distinto.
  • Aprenden a entrenar la ironía. Otra lección que les servirá de mucho en su vida de adultos. ¿Hay algo más lindo para un hincha de fútbol que reírse de su clásico rival cuando le gana? Es el folclore del fútbol y está muy bien cuando se da en un marco de respeto mutuo. Se le puede gastar una broma al otro sin ser grosero y aceptar del mismo modo la broma que el otro me haga cuando el que pierda sea yo. 
  • Aprenden a siempre dar más. El hincha tiene que alentar. Siempre. Y cuando el equipo va perdiendo, más. Hay que sacar las fuerzas de donde no se tienen para seguir cantando. Como también, tantas veces en la vida. 
  • Aprenden a legar. Las experiencias que sus hijos vivan en la infancia no se las van a olvidar jamás. Y seguramente van a transmitirle esa pasión a sus propios hijos, para seguir alimentando ese círculo.

Cuidado con el agua del mate


Los informes de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) siempre generan interés en la gente. El cáncer es un fantasma presente para muchos, una enfermedad de la que afortunadamente cada vez sabemos más, pero de la que también nos falta saber todavía muchísimo. Las evaluaciones que este organismo de la Organización Mundial de la Salud realiza periódicamente sobre diversos agentes que nos rodean para considerar si pueden elevar el riesgo de provocar cáncer, son palabra científica autorizada en la materia. Hace menos de un año, en octubre, nos dejaron a todos shockeados cuando evaluaron que la carne procesada elevaba el riesgo de cáncer. Ahora, analizaron dos productos que también son muy consumidos por la mayoría de los argentinos: el café y el mate.

En este posteo reciente, explicamos qué significan estos estudios del IARC. El que considere posiblemente carcinógeno un producto no quiere decir que el sólo estar en contacto con él elevará el riesgo (o no) de contraer cáncer. En el desarrollo de esta enfermedad intervienen múltiples factores. 

La nueva evaluación que hizo sobre el café modificó una anterior de 1991, en la que lo había colocado en el grupo 2B de su escala (posiblemente carcinógeno para los seres humanos). Ahora, un panel de expertos lo movió al grupo 3, lo que significa que el café no sólo no provoca cáncer, sino que incluso evaluó que en algunos casos puede reducir su riesgo en el caso de los tumores de hígado y de endometrio. El mate quedó en la misma categoría: la bebida en sí misma no provoca cáncer. El té, en tanto, no fue evaluado. 

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Sin embargo, hay una advertencia importante: las bebidas calientes, sean las que sean, sí pueden elevar el riesgo de contraer cáncer, y quedaron incluidas en el grupo 2A (la misma categoría en la que el año pasado pusieron a las carnes rojas). ¿Qué es caliente para la OMS? Por arriba de los 65 grados centígrados. Sus investigadores determinaron que en estos casos aumenta el riesgo de cáncer de esófago, una patología que es la octava causa más común del cáncer en todo el mundo y provoca unas 400.000 muertes anuales (el 5% del total de muertes por cáncer). América del Sur es una de las regiones donde hay mayor incidencia de la enfermedad, junto con Asia y el este de Africa. 

Entonces, habrá que estar más atentos a la temperatura del agua del mate, porque los argentinos solemos tomarlo casi cuando está por romper el hervor. En una nota en el diario Clarín, la sommelier especialista en mate Valeria Trapaza explicó que entre 70 y 75 grados es una buena temperatura para consumirlo, sin alterar las propiedades del producto (no quemar la yerba) ni elevar los riesgos para la salud. A bajar la perilla de la pava eléctrica, entonces. 

8 jun 2016

Para prevenir, manos limpias


"El lavado de manos con jabón es una de las maneras más efectivas y económicas de prevenir enfermedades diarreicas y respiratorias, que son responsables de muchas muertes infantiles en todo el mundo", afirma el Ministerio de Salud en su página web. Para que el lavado sea efectivo, aclara, debe realizarse con jabón, y el alcohol en gel es sugerido sólo en los casos en que no se cuenta con jabón.

Un producto novedoso en el mercado --que para mí fue una buena alternativa para estimular a los chicos a que incorporen el hábito del lavado-- son los jabones personales. Desarrollados en Argentina por InstantCare, vienen en blisters con 10 pastillas individuales, una para cada lavado, que se disuelven instantáneamente y son una gran alternativa para llevar en la mochila al colegio o al club. Se consiguen en farmacias y perfumerías, y vienen en varias fragancias y también en antibacterial. 


Ahora bien, ¿cuándo hay que lavarse las manos? Muchas más veces de las que creemos. En la misma página del ministerio se enumeran todas las situaciones en las que, por nuestra salud, debemos recurrir al agua y al jabón:
  • Antes y después de manipular alimentos y/o amamantar.
  • Antes de comer o beber, y después de manipular basura o desperdicios.
  • Después de tocar alimentos crudos y antes de tocar alimentos cocidos.
  • Después de ir al baño, sonarse la nariz, toser o estornudar y luego de cambiarle los pañales al bebé.
  • Luego de haber tocado objetos “sucios”, como dinero, llaves, pasamanos, etc.
  • Cuando se llega a la casa de la calle, el trabajo, la escuela.
  • Después de haber estado en contacto con animales.
  • Antes y después de atender a alguien que está enfermo o de curar heridas.


5 jun 2016

Un nene, un gorila y un intenso debate


Antes de empezar a escribir estas líneas, debo hacer una confesión que será incorrecta para muchas personas. He llevado a mis hijos más de una vez al zoológico e incluso he ido yo, en algún viaje, a un zoológico o a un acuario, y me he sentido como una niña delante de los pandas durmiendo, las tortugas gigantes de Galápagos o los divertidos pingüinos de Magallanes. La naturaleza, la imponencia y perfección de la naturaleza en su diversidad resulta sin dudas más contundente y fascinante cuando la tienes frente a tus ojos. Y aunque entiendo perfectamente los argumentos de los defensores de los animales al plantear que merecen vivir en el hábitat en el que nacieron, hago mi autocrítica: no puedo evitar quedarme admirada frente a ellos. 
Este es uno de los debates que reinstaló este fin de semana el sacrificio en el zoológico de Cincinnati del gorila Harambe. ¿Por qué sacrificaron a Harambe? Porque un niño de cuatro años se metió en su recinto.
El video de la secuencia dio la vuelta al mundo y realmente te eriza la piel de solo imaginarte en la situación de esos padres. “Mami está acá”, le grita la madre al nene, que está en el agua con el gorila delante. Primero parece que el animal va a protegerlo, incluso lo levanta del agua. Pero frente a los gritos de la gente, Harambe se altera y se lo lleva hacia el interior de su hábitat, fuera de la vista de los adultos. Allí es donde los cuidadores le disparan para rescatar al chico. 
El incidente deja varias preguntas. Primero: ¿cómo un nene se metió en el foso de los gorilas? Según informó la CNN, pasó bajo una baranda, atravesó cables y trepó a un muro para meterse al recinto. ¿Nadie lo vio? ¿Ni sus papás ni el resto del público? ¿Cuán confiables eran las medidas de seguridad del zoológico para que las vulnerara un chico de solo cuatro años?
En las redes sociales piden por la cabeza de los padres. Reclaman que les inicien acciones legales: ya hay una petición online que exige justicia por Harambe que reunió más de 100.000 firmas en cuestión de horas. Los padres no dieron entrevistas, pero la mamá escribió un texto en su perfil de Facebook, en el que agradece a los responsables del zoológico y a Dios por proteger a su hijo, y asegura que lo que sucedió fue un accidente. También se defiende de quienes la criticaron y afirma que todo el tiempo controla a sus hijos. 
Con los hijos, la fantasía del control paterno total es eso: una fantasía. Estoy segura de que nadie que tenga chicos podrá decir que nunca, jamás, se escaparon de su control. Yo me considero una obsesiva y, por ejemplo, en cinco segundos, perdí de vista a mi hijo en una plaza y, les juro, lo que siguió fueron los peores minutos de mi vida.
También en las redes sociales cuestionan a las autoridades del zoológico por no recurrir a otras estrategias que evitaran la muerte del gorila, que pertenecía a una rara especie y tenía 17 años. Los gorilas, recordemos, son animales en peligro de extinción. El director del zoológico aseguró que tirarle un dardo tranquilizante habría sido contraproducente, porque el primate se habría alterado más y porque el efecto de estos fármacos no es inmediato. Se mostró muy compungido por la muerte de Harambe, pero aseguró que la disyuntiva en la que estaban era difícil y que no dudaron al optar: era la vida del gorila o la del niño que podía morir. 
El episodio recuerda a otro histórico que ocurrió hace 30 años en un zoológico británico: un nene de cinco años cayó en el foso de los gorilas y Jambo, también un macho, lo protegió y se convirtió en un héroe. Los que cuestionan a las autoridades de Cincinnati dicen que deberían haber persuadido a Harambe para poder recuperar al niño. Los que las defienden dicen que esta situación era diferente porque aquel chico estaba inconsciente. 
Está claro que la decisión de matar al gorila no es agradable ni gratuita. Pero les planteo a los que la critican el siguiente ejercicio: proyecten estar ustedes en el lugar de los padres mientras uno de sus hijos está en un foso, a metros de allí, rodeado de agua y con un animal de 180 kilos delante. Me responderán que ellos no habrían ido con su hijo a un zoológico. OK: hagan otro ejercicio. Proyecten a uno de sus hijos en una situación de riesgo real en el contexto que sea. ¿De qué serían capaces ustedes para pulverizar ese riesgo? Y en este mismo sentido, me pongo en el lugar de las autoridades del zoológico. ¿De qué estaríamos hablando ahora si hubieran tomado otra medida y gorila hubiera lastimado al niño?
Podemos debatir sobre los animales en cautiverio, la utilidad que tienen hoy los zoológicos, el replantearnos si un animal merece estar fuera de su hábitat para que los humanos podamos apreciarlo o si no contamos hoy con los suficientes medios tecnológicos para aprender cómo es un león viendo un documental filmado en la sabana más que teniendo al bicho entre rejas. Es una discusión que ya se está dando y que seguramente llevará mucho tiempo hasta que se cambien los paradigmas como sucedió, por ejemplo, con los circos (antes todos tenían animales). Pero el debate que se plantea aquí entre la vida de un niño y la vida de un gorila es, realmente, sin sentido.

Esta nota se publicó originalmente en Disney Babble Latinoamérica. 

Los secretos de la mamá de Tini


Las mamás que tenemos niñas seguramente cantamos y bailamos junto a nuestras hijas al ritmo de las canciones de Violetta. Vimos una y otra vez los capítulos del programa y algunas pudimos acompañarlas a sus recitales. Ahora, Violetta está cambiando y esa transformación es el eje de la película Tini: el gran cambio de Violetta.
Detrás de Tini, claro, está Martina Stoessel. Y detrás de Martina, como detrás de cada una de sus fans, está su mamá. Martina es una estrella, pero para Mariana es Tini. 
“Lo que pasó con Violetta fue un huracán. Creo que recién me di cuenta cuando fueron los shows del Gran Rex de Buenos Aires. Antes salía a la calle y firmaba autógrafos y le pedían fotos, pero esto fue como ‘¡Guau!’. Empezaron con pocos shows y terminaron siendo 80. A la salida la gente cortaba la avenida donde está el teatro, todos los días”, recuerda Mariana sobre los conciertos del 2013. Y revela que en los recitales ella a veces iba a la platea y filmaba con su celular a las seguidoras y a sus padres: “Las fans me encantan, me emocionan. Tengo videos guardados de los padres cantando más que los hijos. No podía creer que en Francia o en Rumania o dónde fuera cantaran en castellano y supieran todas las canciones, es increíble”.
De Buenos Aires a toda Latinoamérica, de Europa a Israel, el huracán Violetta soplaba con la misma intensidad y allí siempre estaban Mariana o su esposo Alejandro, el papá de Martina, para acompañarla. Mariana guarda todas las cartas, carteles, banderas, peluches y regalos que recibe su hija, y montones de anécdotas. Pero si tiene que elegir solo una, se traslada a una remota ciudad polaca. “Era muy muy chica. Llegamos al hotel y fuimos con Alejandro al lobby a tomar un té. Estaba lleno, y afuera también, de fans y sus padres. En un momento se acerca una mamá a decirme que ellos habían escuchado música por primera vez con sus hijos, en el auto con el CD de Violetta. Me impactó, fue muy fuerte sentir cómo mi hija le había llevado alegría y esperanza a esos chicos”, se emociona al contarlo.
Mariana asegura que es feliz de que su hija sea artista y que siempre supo que iba a seguir ese camino. “A los dos años y medio, tres, se metió en una clase de ballet donde todas las nenas tenían siete años. No la podía sacar, agarrada de la barra y no le llegaban las piernas”, se ríe Mariana porque, dice, ella era igual de pequeña. “Me encantaba bailar, estudié danza clásica, hice el ingreso al teatro Colón”, cuenta. Por decisiones paternas no continuó, pero nunca perdió la pasión por la danza y se la transmitió a Martina. “Cuando era chica la llevaba a todos lados. A danza, teatro, hip hop, cualquier cosa. Hasta a tenis. A la tercera clase, Martina no daba pie con bola con la pelota y me dice ‘Mamá, ¿te parece que yo siga con el tenis?'”.
Con Martina y con Francisco, su hermano un año y medio mayor, Mariana fue una “mamá taxi” de las que llevan a sus hijos de un lado al otro con la idea de darles la oportunidad de desarrollar todos sus potenciales. “Me cansaba, pero me gustaba la actividad. Hoy la extraño. Por ejemplo, ellos nunca comían en el colegio. Pasaban en la escuela un montón de horas, entonces yo iba a buscarlos para almorzar en casa o directamente les llevaba al mediodía la lunchera con el almuerzo recién preparado. Me gusta ser mamá, me encanta ese rol: no habría sido otra cosa más que mamá“, enfatiza. Tini, revela, es igual: quiere formar una familia y sueña con encontrar “su príncipe azul, su marido para toda la vida”. 
El hogar de los Stoessel, reconoce, fue siempre muy agitado por el trabajo del papá de Martina, un importante productor televisivo. Alejandro podía llegar de trabajar a las tres de la madrugada o pasarse de lunes a viernes trabajando en el exterior. Mariana dice que siempre trató de que sus hijos tuvieran una vida normal, que eso fue un entrenamiento para lo que vino después con Violetta y que esa premisa es la que sigue manteniendo: ser una familia normal.
“En mi casa, mi hija no es una celebrity de nada: es mi hija. Si no hace el cuarto o no ordena la ropa, empiezo a los gritos. Tanto Martina como su hermano saben que tienen obligaciones que cumplir”, afirma Mariana y agrega que siempre, desde chicos, los límites estuvieron claros: “Nunca me costaron. Los puse y los sostuve, antes y ahora. A veces ni siquiera necesito levantarles la voz, solamente los miro y ya se terminó. El padre tiene una vuelta y una charla más, pero conmigo saben que es así. Si veo algo de Martina que no me gusta se lo digo, de lo que sea. No tuve ni tengo hijos conflictivos”. Aunque, reconoce, sus preocupaciones son las mismas que las de cualquier madre de un adolescente: el alcohol, el tránsito, la seguridad. “Más con Fran que con Martina. Tini no sale de noche, lleva una vida muy tranquila”, dice.
“¿Cómo es Martina de entre casa? Es una chica sensible. Es muy buena, es muy colgada, es desordenada, pero sobre todo es una chica buena. Es una buena nena, con buenos sentimientos: solidaria, es cariñosa con sus abuelos, con mis amigas”, la describe quien la conoce como nadie. 
El diálogo es clave en la familia Stoessel. Mariana asegura que con Martina hablan de todo y que ella misma le cuenta a Tini lo que le pasa, sus sensaciones, si está triste: una relación de compañerismo y confianza total entre madre y hija. Y para lograrla, cree Mariana, es fundamental la presencia: estar siempre disponibles para nuestros hijos.
“A los chicos hay que dejarlos ser. Acompañarlos en sus sueños, en lo que les gusta. Lo que pasó con Martina es un caso excepcional. Los chicos tienen que estudiar, tener una actividad y aprender porque se viene un mundo cada vez más difícil. Lo noto por amigos de mis hijos, veo que no tienen ningún tipo de motivacion. Su motivación pasa por el Snapchat y por el celular: hay que tratar de cambiarles ese mundo”. ¿Y cuál es su receta? “La única receta es que el padre tiene que estar acompañando a sus hijos todo el tiempo. Y que el tiempo que comparte con ellos sea de calidad. No es magia. Con los chicos hay que estar, hay que dedicarles el tiempo. Esa es mi experiencia”, cierra Mariana. 

Biopsia líquida, avance contra el cáncer



Cada año, se diagnostican 14 millones de casos de cáncer en el mundo, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, y 8,2 millones de personas mueren por la enfermedad. Lograr terapias más precisas para combatirla y mejores métodos de detección para llegar antes al diagnóstico y aumentar las posibilidades de sobrevida son los grandes desafíos de la oncología hoy. Y en este panorama, las biopsias líquidas aparecen como una alternativa nueva, efectiva y muchísimo menos invasiva que permite seleccionar la terapia adecuada para cada paciente. 

Este fin de semana se está realizando en Chicago, Estados Unidos, el congreso anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO), el más importante de la especialidad a nivel global. Tuve la oportunidad de cubrirlo hace unos años y el ASCO es el lugar de exposición y actualización de las innovaciones de la ciencia para combatir una enfermedad que, aún hoy, sigue siendo tabú. 


Desde hace unos años, el foco de la oncología está puesto en las terapias personalizadas, customizadas a medida de las características del tumor de cada paciente. Dar con un tratamiento específico reduce los efectos secundarios y puede mejorar notablemente el pronóstico.

En ese contexto, una de las novedades más importantes presentadas hasta ahora es un estudio a gran escala realizado entre más de 15.000 pacientes con 50 tipos de tumores en el que se testeó la efectividad de las biopsias líquidas. Y según el resultado expuesto, este método de diagnóstico se consolidará porque logra ofrecer una imagen precisa del mapa genómico del tumor, sólo con una muestra de sangre.

En esa muestra, que se toma en una extracción común, se pueden identificar pequeñas piezas de ADN de las células tumorales que circulan por el torrente sanguíneo. Así, al determinar las mutaciones del tumor, el médico puede establecer el método de tratamiento más específico. Hasta ahora, ese análisis genético se hacía luego de extraer una muestra del tumor, pero no todos los pacientes están en condiciones de enfrentarse a una cirugía para realizar una biopsia de tejidos.


El estudio presentado en Estados Unidos por Philip Mack, director de Farmacología Molecular en el Comprehensive Cancer Center de la Universidad de California, demostró la precisión de la biopsia líquida incluso en niveles bajos de material genético circulante. "Ofrece una oportunidad sin precedentes para vigilar los cambios en el cáncer, ya que evoluciona con el tiempo y afecta al tratamiento", explicó el especialista. Esto significa que el test puede realizarse periódicamente para monitorear la progresión de la enfermedad, la respuesta a la terapia y el desarrollo de una resistencia al tratamiento, lo que le permitirá al oncólogo ajustarlo para optimizar la respuesta. 

Este estudio incluyó a 15.191 pacientes con cáncer avanzado de pulmón (37%), cáncer de mama (14%), cáncer colorrectal (10%) y otros tipos de cáncer (39%). Sobre la base de los cambios genéticos del análisis de sangre, las pruebas ofrecieron una posible opción de tratamiento para casi dos tercios de los pacientes analizados (63,6%), incluyendo medicamentos ya aprobados por las autoridades sanitarias y otros en etapa de ensayos clínicos. En la Argentina está previsto que empiecen a utilizarse próximamente.