26 mar 2017

De la playa a la ciudad



Mis chicos fueron a clases de natación desde bastante pequeños. Y encontrar una toalla o una bata que les fuera práctica para la salida de la pileta siempre me costó horrores. Lo mismo que cuando veraneamos en la playa. Las capas no les pasaban por la cabeza (¡están pensadas para niños mini, no extra large como los míos!), las batas les quedaban enormes o muy chicas y además perdían el lazo, las toallas eran demasiado pequeñas y los toallones demasiado grandes, por lo que terminaban siempre arrastrados en el piso, mojados en la pile o llenos de arena en la playa. 

Este verano encontré la prenda perfecta. La metí en la valija para nuestras vacaciones y ya está —obviamente, después de pasar por el lavarropas— en la mochila de natación, que está por comenzar. Son unos nuevos ponchos de toalla súper originales, cómodos y practiquísimos. 



Detrás del diseño de los Ponch (así se llaman) está María Eugenia Roig, una  arquitecta platense y mamá de dos chicos (Conrado de 11 y Josefina de 7). Como ella pasaba por estas mismas complicaciones, se lo ocurrió crear una prenda que las resolviera. Y no sólo eso: sus ponchos además se transforman en bolsos, con lo que podés llevarlos a la playa o al club colgados y meterles dentro las llaves, el protector solar, el celular o lo que se te ocurra, usarlos ahí y volverlos a llevar como bolso o bandolera. 


Los Ponch están hechos de una toalla de súper buena calidad (secan con el primer uso, en serio), en distintos colores y el interior de la capucha está forrada de unas telas coloridas que forman atractivas combinaciones. Vienen en distintos tamaños y a diferencia de las capitas que se venden en los súper o las blanquerías, son bien holgadas para que los chicos puedan pasar su cabeza sin tironeos. Pero además de eso, tienen un bolsillo super amplio, forrado en tela impermeable. Ahí podés ponerle, por ejemplo, tu celular y llevarlo sin riesgo alguno de que lo toque la humedad de la toalla.



¿Cómo se hace bolso? Con un par de dobleces muy simples, que los chicos también pueden hacer. Lo que metiste en el bolsillo sigue protegido cuando el bolso está armado, y también te queda espacio para meter más cosas. Este es el método que encontré yo:










Los Ponch vienen en tres talles y hay una línea Mini Ponch para bebés y nenes de hasta tres años. Los adultos (y los chicos, claro) también pueden usarlos para actividades náuticas, en un spa o en el gimnasio. Si sos como yo que le escapas al sol y siempre tenés frío en la playa, te van genial. Se compran por Internet (en el e-shop de Mercado Libre o enviando un mensaje a la página de Facebook o a la cuenta de Instagram de Ponch para cerrar la compra y organizar la entrega), se pueden pagar con tarjeta y se envían a todo el país.

Conrado, el hijo mayor de Eugenia, fue el que le puso pilas, cuenta ella, para impulsar la empresa. Y la verdad es que cuando encontrás alguien con ideas y empuje, con voluntad de emprender, que crea un producto de calidad y bien pensado, da ganas de apoyarlo. Yo ya estoy pensando en comprarme uno para mí también. 

Por qué vacunar contra el VPH



Desde este año, por calendario nacional de vacunación, también los varones de 11 años deberán recibir la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). La indicación es importante y varias entidades médicas salieron a respaldar su seguridad y a recordar que deben dársela tanto las chicas (que ya la tenían incluida entre las vacunas obligatorias) como los chicos.

La recomendación se volvió a hacer por la difusión en las últimas semanas de voces críticas contra esta vacuna, organizadas en agrupaciones en países como Colombia y España. 

Primero, una toma de posición: defiendo las vacunas como cualquier avance médico que nos permita mejorar nuestra calidad de vida y cuidar nuestra salud. Pero es la Organización Mundial de la Salud (OMS), la máxima autoridad sanitaria mundial, la que avala las vacunas como una estrategia de salud pública. Y, en este caso, va más allá de una cuestión personal: hay que vacunarse para protegerse uno y porque al estar uno vacunado, se protege a toda la comunidad en la que uno se mueve. Por eso es que las autoridades sanitarias encienden la alarma por los movimientos anti vacunas que en los últimos tiempos empezaron a aparecer en algunos países, en Estados Unidos particularmente con mucha fuerza.
Pero hablemos ahora de la vacuna del VPH. Fue una vacuna resistida desde su aprobación porque de alguna manera involucra un tema que sigue siendo tabú en nuestra sociedad: la sexualidad. Sin embargo, que una chica de 11 años reciba la vacuna no tiene nada que  ver con su actividad sexual: el inicio de su vida sexual tiene que ver con otros factores y no con si está vacunada o no. La indicación de los 11 años es porque se demostró que la inmunización es más efectiva en las mujeres que no tuvieron ningún contacto con los tipos del virus usado en la vacuna, por eso se recomienda aplicar entre los 10 a 13 años. En Argentina se distribuyen dos marcas y se aplican dos dosis, la segunda a los seis meses de la primera. 

“La OMS recomienda incluir la vacunación contra el VPH en los programas nacionales de inmunización allí donde la prevención del cáncer cervicouterino sea una prioridad de salud pública; la adopción de la vacuna sea viable en términos programáticos y sostenible económicamente, y se haya analizado apropiadamente la costoeficacia de la medida”, detalla un documento del organismo, que aclara que estos programas tienen que ser parte de “una estrategia coordinada que incluya educación sobre los comportamientos de riesgo de infección por VPH e información que explicite que la vacunación no sustituye a los programas de cribado sistemático del cáncer cervicouterino”. Está claro: la vacuna no reemplaza al control ginecológico anual, el papanicolau que tan famoso hizo en los 80 Tita Merello. 

Los virus del papiloma humano son unos 100, explica el Ministerio de Salud de la Nación, pero unos 40 afectan la zona genital y anal. Estos se dividen a su vez en dos grupos. Los “de bajo riesgo oncogénico” generalmente se asocian a las lesiones benignas, como las verrugas y las lesiones de bajo grado. Los de “de alto riesgo oncogénico” también pueden producir verrugas, pero se asocian fundamentalmente a las lesiones precancerosas, que son las que pueden evolucionar lentamente a un cáncer, y el más frecuente es el de cuello de útero. Sin embargo, en los últimos años se detectó también un aumento de los cánceres bucales también en hombres, por la práctica de sexo oral
De estos 15 virus de riesgo oncogénico, los más comunes son el 16 y el 18 y según datos de la OMS causan el 70% de los casos de cáncer cervicouterino, una enfermedad que afecta cada año a 500.000 mujeres en todo el mundo y provoca 260.000 muertes. La mayoría de las afectadas por las enfermedades que causa el VPH son mujeres adultas de países de ingresos bajos. La mayoría de ellas se infecta poco después de iniciar su vida sexual, pero el cáncer cervicouterino puede tardar décadas en desarrollarse. 

En la Argentina, apunta la Sociedad Argentina de Infectología, causa 1.500 muertes por año. “La vacuna de VPH previene el cáncer de cuello uterino y otros cánceres y es fundamental su indicación para proteger a toda la población”, remarca esta entidad médica. Desde la Fundación Huésped aportan otros datos: “Diversas experiencias mundiales muestran en las poblaciones vacunadas reducciones de hasta un 90% en verrugas y casi un 80% en las tasas de infección por VPH asociados al cáncer”. Y suman estadísticas sobre la seguridad de la vacuna: “A la fecha, la OMS ha evaluado la seguridad en más de 200 millones de dosis aplicadas en el mundo sin un riesgo especialmente alto de complicaciones. Como con todas las vacunas, en ocasiones pueden presentarse reacciones adversas, la mayor parte de ellas ligeros, que se han calculado de 1 cada 100.000 casos. En Argentina la vigilancia pasiva de eventos supuestamente atribuibles a la vacunación e inmunización (ESAVI) con más de 2 millones de dosis aplicadas de vacuna contra VPH desde su incorporación, cuenta con 208 ESAVI notificados (el 0,01%). De ellos, el  96% fueron leves y moderados, con sólo 8 (el 0,0004% del total de las dosis aplicadas) eventos graves (rash, síncopes vasovagales y broncoespasmo) con recuperación sin secuelas en todos los casos”.


¿Por qué deben vacunarse también los varones? No sólo porque el VPH causa el 50% de los casos de cáncer de pene, que tiene frecuentemente un diagnóstico tardío, sino por lo que se llama “protección de rebaño”, como lo explicó a Télam el especialista Silvio Tatti, profesor titular de Ginecología de la Universidad de Buenos Aires. Si se alcanzara una cobertura superior al 80% se lograría “disminuir la circulación de VPH entre hombres y mujeres”, asegura el experto, quien sostiene que “vacunar a hombres y mujeres permite un aumento de la equidad de género en la prevención de enfermedades relacionadas al VPH”. Proteger a los varones y, disminuyendo las tasas de infección en ellos, estarán también más protegidas las mujeres. 

En estos sitios médicos de información confiable hay mucho material para leer sobre el tema. Y si tienen dudas, consulten con su pediatra. La vacuna del VPH no es una elección: es una obligación que como padres tenemos que cumplir con nuestros hijos.


Ilustración: Ministerio de Salud de la Nación


10 mar 2017

Ideas para armar la vianda escolar



Comenzó el año escolar y en muchas familias vuelve (literalmente) a la mesa un tema que puede volverse un verdadero problema: armar cada día la vianda para el cole

Si los chicos comen en la escuela y los padres tienen poco tiempo para cocinar, una alternativa muy frecuente es preparar de más la noche anterior y que les quede para el mediodía (lo hacemos también para armar el tupper para la oficina). Pero sostener una alimentación saludable, lo que debería ser una regla para los adultos, se vuelve una necesidad aún más imperiosa para los chicos, porque en estos años estamos formando sus hábitos alimentarios, y las buenas costumbres que incorporen ahora serán más fáciles y naturales de sostener en la adultez

¿Cómo armar un menú nutritivo, variado, que les guste, que se pueda comer fuera de casa y que no nos rompa el presupuesto, cada día, cinco días a la semana? Primero, los especialistas recomiendan, justamente, planificar las viandas de toda la semana escolar, para que los nenes no se aburran y los padres tengan un mejor control sobre lo que comen. 

1. Cantidad: los alimentos deben ser suficientes para cubrir las exigencias calóricas del organismo. 
2. Calidad: la alimentación debe ser completa en su composición para ofrecer al organismo todos los nutrientes que necesita.
3. Armonía: las cantidades de nutrientes deben guardar una correcta relación de proporciones entre sí.
4. Adecuación: la alimentación se debe adaptar al individuo que la ingiere y a sus necesidades particulares si tiene alguna patología. 

Hasta aquí la teoría. Ahora, ¿cómo trasladamos esto a la conservadora que sale de casa a las 7 de la mañana? 

El Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (CESNI) también realizó un documento apuntado a la alimentación en la escuela. Para empezar, en él enumera una serie de cinco grupos de “alimentos de todos los días” que deben incluirse en la dieta de los chicos. La vianda escolar, sugieren, debería tener entre 4 y 5 de estos grupos:
1. Cereales y legumbres: arroz, pan, fideos, polenta, lentejas, garbanzos, etc. 
2. Frutas y verduras: pera, durazno, manzana, mandarina, uvas, zapallo, lechuga, tomate, remolacha, cebolla, acelga, entre las más comunes.

3. Lácteos: leche, yogur, quesos y postres lácteos.
4. Carnes y huevos: vacuna, ave, pescados y huevo.
5. Aceites: de girasol, maíz, oliva, etc.


Silvio Aguilera, director médico de la organización de emergencias Vittal, apunta que se deben evitar las grasas de origen animal (porque elevan el riesgo de colesterol). A la hora de elegir carnes, optar por las magras como ternera, pollo, pavo, conejo o lomo de cerdo. Los aceites es preferible consumirlos en crudo y recomienda el de oliva y el de canola que son más saludables. También hay que tener cuidado con la sal, que consumimos en demasía: incluso con los chicos, reducir la cantidad de sal que le ponemos a la comida. 

Los chefs Alan de Aguila y Pablo García, del hotel NH Crillón, sugieren a la hora de diseñar una vianda escolar incorporar, además de pollo y carne, huevo y atún de lata (abierto en el momento). Al pasar por la verdulería, elegir los productos de estación y sumar diferentes colores y texturas para que el plato sea divertido. Sobre las frutas, las más fáciles de transportar son la manzana, la banana, el durazno, las frutillas, los arándanos, las mandarinas y las naranjas. Nunca olvidarse de lavarlas. ¿Cómo incorporar cereales y legumbres? Las opciones más simples son el arroz, los panes integrales, la milanesa de soja y las lentejas. Los vegetales se pueden sumar a los sandwiches (lechuga y tomate, por ejemplo) o acompañar una porción de carne con tomatitos cherry. Tartas y tortillas son una buena opción para agregar a la dieta vegetales cocidos como espinaca y zapallitos.

También te puede interesar: Cómo empezar a comer frutas y verduras

¿Algunos ejemplos de menú completo? Los cocineros sugieren un sandwich de pan de semillas con queso, tomate y albahaca, una ensalada de frutas y un muffin de zanahorias. Desde el CESNI también aportan ideas de viandas completas y nutritivas:
- Milanesa al horno con puré mixto (papa, zapallo, leche y manteca) y una pera
- Tarta de zapallitos con huevo y queso, y una banana
- Arroz con pollo y verdura, y ensalada de frutas
- Hamburguesa casera con ensalada de zanahoria y choclo, y un postre lácteo de chocolate
- Ñoquis de sémola a la napolitana (con una rodaja de queso fresco y tomate) y gajos de naranja. 

La bebida es otro capítulo importante: hay que reducir las gaseosas y los jugos azucarados. Esto no significa que nunca más prueben una gaseosa, pero nuestro pediatra nos dijo, cuando mi hija era chica, una gran verdad: si durante la semana consumen agua, van a disfrutar muchísimo más el vaso de gaseosa permitido del fin de semana. Siempre mandarles una buena cantidad de agua, por ejemplo en una botella plástica. El CESNI sugiere congelarla y usarla como conservador de frío para la vianda: al momento del recreo estará descongelada y lista para tomar. Si no hay manera de que acepten el agua (igual, insisto, es un desafío como papás que debemos encarar) buscar las opciones más naturales. Por ejemplo, acaba de salir a la venta la primera línea de jugo orgánico en envase Tetra Brick: se llaman Las Brisas y están hechos con jugos de frutas orgánicas y azúcar también orgánica. 

Y otro capítulo no menos importante es el de las colaciones, una batalla diaria para que los chicos no terminen en el kiosco atiborrados de papas fritas y galletitas híper calóricas. Algunas ideas que propone el CESNI:
- Frutas frescas enteras y frutas desecadas (damascos, ciruelas y pasas de uva)
- Semillas de girasol o zapallo
- Leche sola o chocolatada en Tetra Brik
- Pochoclo sin azúcar- Barras de cereal con frutas desecadas caseras- Bizcochuelos, vainillas o bizcochos tipo Bay-biscuit.- Copos de cereal como maíz inflado o capullos de arroz
- Transportados en heladera, yogures solos o con cereales y/o frutas, postres lácteos y sándwiches de carne, fiambres o queso con las verduras que más les gusten

También están apareciendo en el mercado nuevas propuestas para salir del alfajor y la barrita de cereal. El mercado online de productos orgánicos The Food Market sugiere estas alternativas:

- Mezclas con granolas y frutos secos. Armarlas en casa y dividirlas en porciones para que los chicos piquen a lo largo del día
- Alfajores de arroz. Aportan menos calorías que los tradicionales y son gluten free
- Chips saludables. Hay cada vez más opciones en las góndolas para reemplazar a las papas fritas y los chicitos, con menos grasas saturadas y más nutrientes. Por ejemplo, bananas crocantes, batatas horneadas y snacks de arroz saborizados de queso o incluso con sabor a papas fritas. 


Y, por último, una sugerencia que casi no hace falta hacer: aguzar el ingenio, algo que tenemos bastante entrenado, para que nuestros chicos aprendan a comer mejor. ¡Que les sean leves los meses de vianda por delante!


Foto: Flickr 

9 mar 2017

Arte para reciclar



Desde marzo y por cuatro meses estará disponible en las 1.500 heladerías de Grido en todo el país una edición especial de helados. Los sabores son los mismos, pero la novedad está en los potes, diseñados por el artista plástico Milo Lockett.

La idea, explican en la empresa, es generar conciencia sobre la importancia de reciclar y reutilizar para disminuir la generación de residuos y su impacto ambiental. Dicen que sus clientes ya lo venían haciendo, pero que quisieron darle un plus a través del arte, con 11 diseños del artista plástico chaqueño, uno de los más populares de la actualidad.


Una vez que el helado se terminó, los envases plásticos pueden utilizarse como macetas, alhajeros, alcancías, lapiceros, contenedores para la alacena o cualquier otro uso que la creatividad del consumidor le encuentre. La edición especial y limitada está disponible en la línea Tentación de la cadena de heladerías. 

6 mar 2017

10 objetivos para el año que empieza hoy



Los miro izando la bandera juntos en el acto del primer día de clases y deseo verlos todo el año así, sonrientes, orgullosos, logrando metas. La directora habla de un nuevo inicio, del "re": recomenzar, reencontrar, replantear, pienso yo.

El año empieza oficialmente cuando empiezan las clases. Y aunque me quedan unos días de vacaciones y quiero estirarlas lo más que puedo, no logro evitar que el calendario me imponga el anotador en blanco delante, la lista de cosas por cumplir. Voy a evitar las obvias, las de todos los años, las que sé que otra vez no voy a cumplir (hacer más gimnasia, tomar más agua, recuperar horas de sueño), así que les escribo esta lista a ustedes, mis hijos. Las cosas que me propongo y que les propongo, para este año por delante.

  1. Dar las gracias por todo lo que tenemos. Siempre las personas pensamos que nos faltan cosas, está en nuestra esencia. Pero es un error. Tenemos que mirarnos al espejo y mirar alrededor. Les aseguro que sólo nos quedará agradecer.
  2. Sonreír más. Una vez al día, por lo menos, hacerlo conscientemente. Regalarle una sonrisa al otro y regalárnosla a nosotros mismos.
  3. Planificar. Vivimos corriendo, hacemos mil cosas. Si no las disfrutamos, no tiene sentido. Tenemos que organizarnos para que nuestro tiempo nos rinda. Y tratar de pasarla bien, hagamos lo que hagamos.
  4. "Es sólo un rato". Es mi regla para cuando no me motiva lo que tengo por delante. Porque, sí, siempre tenemos que hacer cosas que quizás no nos copen tanto. Si pensamos que solamente hay que pasar ese rato, les aseguro que el reloj corre más rápido.
  5. Encontrar nuestros momentos. Siempre, siempre, siempre encontremos un ratito en el día para hacer algo que nos guste exclusivamente a nosotros (puede gustarles a los demás también obvio). Cuando terminás el día, en el balance ese "tiempo para mí" suma un montón. 
  6. Repasar el día. Justamente ese balance a la noche, con la luz apagada y la cabeza sobre la almohada, nos va a demostrar que muchas veces fue mejor de lo que pensábamos. 
  7. Disfrutar los logros. Trabajamos duro todo el año para conseguir diversos objetivos. No perdamos de vista las escalas para alcanzarlos. Disfrutemos de cada pequeña cosa que nos sale bien, que nos va a impulsar para seguir adelante.
  8. Seamos autocríticos, no implacables. Hay una sola manera de no equivocarse nunca: no hacer nada. El error está implícito en la acción, porque somos humanos: el asunto es la intención. Si no quisimos fallar, pero algo salió mal, seamos críticos con nosotros mismos para evitar que vuelva a suceder, pero no nos demos latigazos en la espalda porque sentirnos mal no ayudará a reparar la falta. 
  9. No nos guardemos nada. Ni lo que nos hace mal, ni lo que nos hace bien. "Es preferible ponerse rojo una vez y no amarillo 50", decía mi tía Sisina y tenía mucha razón. Con respeto, plantear lo que nos molesta. Y del mismo modo, derrochemos las cosas que nos gratifican: abracemos, besemos, ríamos, digamos "te quiero". El amor es una de las pocas cosas que podemos dar y dar sin que se gaste.
  10. Relajemos. Pongamos las cosas en su justa medida y aprendamos que hacerse problema no es solución. Esto también me lo planteo cada año. Pero, como dijo la directora, este es un nuevo comienzo. Así que vale la pena volver a intentarlo.