El "manifiesto" Michelle Obama




Una ve la foto y el mensaje que el hombre tuiteó para su cumpleaños y los rumores de divorcio que tanto crecieron en la prensa estadounidense en estos días parecen disiparse. El abrazo a la cintura que Barack Obama le da a su mujer y la risa franca de Michelle fueron la imagen de la tan mentada celebración de los 50 años de la primera dama estadounidense, a la que fueron invitados decenas de famosos, pero se les pidió abstinencia de comentarios -incluso virtuales-.
“Gracias por todo lo que haces”, le dijo Obama, un cumplido que una espera recibir incluso cuando las gracias fuesen “sólo” por la “menor” tarea de hacer que una casa y una familia funcionen. Pero la mujer en cuestión es la esposa del presidente de la nación más poderosa del mundo y, claro, “todo lo que haces” también es todo lo que Michelle ha apuntalado y apuntala a la construcción del liderazgo de Obama. 
Desde la llegada al poder de los Obama en 2009, Michelle LaVaughn Robinson se convirtió en una referente no sólo de la sociedad americana sino global. Abogada y poseedora de un master universitario, con su estilo fresco y activo se puso al frente en cuestiones como el acceso a la educación y la promoción de acciones a favor de los veteranos. Pero el pilar de su gestión ha sido el programa Let’s Move (Movámonos), que busca que los chicos tengan una dieta saludable y hagan ejercicio. 
La vida sana es una de las obsesiones de la primera dama y, en ese plan, en las invitaciones que envió para su fiesta de cumpleaños del sábado en la Casa Blanca sugirió que fueran “comidos, practiquen pasos de baile y calcen zapatillas cómodas”. Por lo poco que trascendió, hubo música y mucho baile, y la cantante Beyoncé cantó varios de los temas preferidos de la primera dama. En tanto, Obama dio un amoroso discurso.
Pero si hay un manifiesto Michelle puede encontrarse en la entrevista que dio a la popular revista People, justamente por su cumpleaños. La nota se publicará la semana próxima, pero trascendieron varias de las respuestas de la esposa de Obama. 
Michelle contó detalles de sus nuevas rutinas en el gimnasio. “Me veo cambiando el levantamiento de pesas -aunque sigue siendo importante- y los ejercicios aeróbicos intensos por deportes como el yoga que me ayuden a mantenerme flexible, de manera que no me caiga y me rompa la cadera un día”, contó, y aseguró que nunca dejó pasar un chequeo médico, incluidas mamografías, el Papanicolau y la colonoscopía.
A la hora de hacer un balance de su vida, no pudo responder si había alcanzado la cima. “No lo sé. Quiero decir, ser primera dama de los Estados Unidos es bastante elevado. Pero siempre he sentido que mi vida está en continua evolución. Tendré cincuenta y pico años cuando deje la Casa Blanca, y hay muchas cosas que aún debería hacer. No tengo derecho a acomodarme simplemente en mis privilegios”, afirmó, y anticipó también que seguirá buscando maneras de “tener impacto” como madre y como profesional cuando deje Washington, dentro de tres años.


“El cielo es el límite”, propuso Michelle, en una declaración que pareció más dirigida al resto de las mujeres que a ella misma. Lo mismo que la respuesta sobre si se hará una cirugía estética: dijo que no se lo imagina ahora, pero que aprendió a “nunca decir nunca”. Y concluyó: “Las mujeres deben tener la libertad de hacer lo que necesiten hacer para sentirse bien consigo mismas”. Un mandamiento de Michelle que vale la pena considerar.

Esta nota se publicó originalmente en Disney Babble Latinoamérica

Adriana Santagati

Soy periodista desde hace 20 años y mamá desde hace 10. Edito en Clarín Sociedad, soy blogger en Disney Babble y escribo en Ciudad Nueva. En este blog recopilo noticias, consejos, experiencias y reflexiones sobre todo lo que nos atraviesa en nuestra vida cotidiana (y en especial en la maternidad/paternidad).

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