Carta al padre de mis hijos


Amor:
Como muchas veces en nuestra pareja, en este día del padre elijo escribirte. En las fechas especiales siempre nos escribíamos largas cartas, que están guardadas en una caja forrada de rosas rojas. Un símbolo del amor que las letras de esos papeles contienen.
Llegaron nuestros hijos y las rutinas se fueron modificando. Nos quedó menos tiempo: menos tiempo para cada uno y menos tiempo para los dos. Y también con los años hay cosas que van cambiando: ahora, esas cartas que nos entregábamos, por ejemplo en un cumpleaños, fueron reemplazadas por los dibujos que ellos hacen. Y ni el verso más perfecto puede competir con esos trazos desparejos desbordantes de amor.
Por eso esta vez elegí volver a esa tradición. Porque está bueno decir las cosas que deben ser dichas.
Hoy no le escribo a mi pareja, sino al padre de mis hijos, aunque me es difícil hacer esa división (y espero nunca tener que hacerla). Estás transitando tu primera década en la paternidad y miro hacia atrás a ese otro Día del Padre, hace 10 años, en el que estábamos contando los días para la llegada de nuestra primera hija. Y te miro ahora y veo que hay otra persona enfrente de mí: el ser padre te ha transformado, te ha enriquecido, te ha hecho crecer.
Esta carta es para darte las gracias por acompañarme en esta aventura maravillosa. Por acompañarme siempre en cada momento, desde las primeras rayitas del test positivo. Es por haber estado allí en las situaciones de angustia, conteniéndome. Por haber podido entender que las mujeres vamos llenando ese molde que se llama maternidad de una manera diferente unas a otras, y por haber respetado el modo en que yo quise o pude completar el mío. Por ponerle el cuerpo todos y cada uno de los días que siguieron a los nueve meses en que lo puse yo. Es para darte las gracias por no tener prejuicios y por entender la familia del mismo modo en que yo la entiendo. Por cambiar pañales, levantarte de noche y dar mamaderas a la par, pero también por llevarlos al club y al ensayo de ballet o ir a la librería a comprar la plasticola que les falta, por estar en actos escolares y reuniones de padres, por cubrir mi ausencia en mis viajes de trabajo. Para darte las gracias por tus sacrificios. Por completar mis falencias y potenciar mis aptitudes. Por transmitirles a mis hijos el valor del compromiso, de la solidaridad, del esfuerzo y de la lealtad. Por explicarles que el error es un aprendizaje y el éxito también. Por remontar con ellos barriletes y surfear olas, por dibujar manzanas y jugar juegos de mesa. Por preocuparte y protegernos. Por enseñarles que uno se puede caer, pero lo que no puede hacer es quedarse tirado en el piso. Por cada día poder admirarte. Por mostrarles el modelo de hombre con el que yo quiero que se identifiquen en su vida adulta.
Por todo eso, gracias.
Y por todo eso, feliz Día del Padre.
Te amo.


Este post se publicó originalmente en Disney Babble.

Adriana Santagati

Soy periodista desde hace 20 años y mamá desde hace 10. Edito en Clarín Sociedad, soy blogger en Disney Babble y escribo en Ciudad Nueva. En este blog recopilo noticias, consejos, experiencias y reflexiones sobre todo lo que nos atraviesa en nuestra vida cotidiana (y en especial en la maternidad/paternidad).

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