Varias veces escribí sobre lo difícil que puede resultarnos a las mujeres encajar en el ideal de "belleza" que nos muestran las revistas y los programas de TV. También, sobre lo complejo que es ayudar a nuestras hijas a desarrollarse con la suficiente confianza en sí mismas para no ceder a esos mandatos.
La falta de autoestima es un problema más grande del que pensamos. Hace unos años, una encuesta global mostró el bajo nivel de satisfacción con su imagen corporal que tienen mujeres de todo el mundo. ¿Cómo se llegan a esos valores? ¿Es solo responsabilidad de la "sociedad"? ¿Qué hacemos nosotros como padres para que sea diferente?
Dove, que realizó la encuesta y desde hace más de 10 años viene trabajando para defender el concepto de "belleza real", acaba de lanzar una nueva campaña y con ella un interesante video para reflexionar sobre cómo los padres, y en especial las madres, influenciamos en la autoestima de nuestras hijas. Los invito a verlo.
Para acompañar el lanzamiento del spot de “Legado de belleza”, la firma convocó al reconocido psicólogo Miguel Espeche para elaborar un decálogo dirigido a las madres y a aconsejarlas sobre cómo pueden apuntalar la autoestima de sus hijas.
Además, está disponible una herramienta online para ayudar a padres y docentes en la tarea de ayudar a las chicas (y a los chicos también, porque no están ajenos los varones a estos condicionamientos) a construir su autoestima. En un nuevo sitio web, se pueden consultar distintos artículos con consejos para padres elaborados por especialistas internacionales. Aquí les comparto algunas de esas ideas:
- Impulsá a tu hija a ser curiosa sobre lo que piensa, lo que cree que es verdadero, la forma que encara sus actividades y sobre las cosas que le resultan fáciles y difíciles. No hay una figura ideal o facciones perfectas, no tiene nada de malo ser de cierta manera o ser capaz de hacer ciertas cosas. Sólo hay descubrimiento, entendimiento y conocimiento. Armada con estos tres elementos, tu hija no sólo va a poder establecer un plan para alcanzar las metas que vayan con su personalidad, sino que va a poder aplicar el auto-conocimiento en todos los aspectos de su vida.
- Las madres que no están contentas con su cuerpo son más propensas a tener hijas que también sientan insatisfacción por su cuerpo. No es fácil cambiar la manera en cómo te ves a vos misma, pero mejorar los sentimientos sobre tu cuerpo ayudará a que tu hija recupere su optimismo al respecto.
- Aprendé a amarte a vos misma. Mirá fotos tuyas que te gusten de años anteriores. ¿Te recordás con cariño? Generalmente, las mujeres estaban insatisfechas con sus cuerpos en esa época, pero ahora se dan cuenta de que querrían tener ese mismo cuerpo hoy en día. Este es un gran ejercicio para ayudarte a aceptarte y disfrutar de tu cuerpo tal como es.
- Dale crédito a tu cuerpo por todo lo que has experimentado. Vivió, trabajó, trajo al mundo a un niño y se ocupa de las tareas de la casa.
- Reconectate con tu cuerpo. Poné tu música favorita y bailá. ¿Te sentís tonta? Probá una clase grupal.
- Disfrutá del ejercicio con tu hija. Hacer ejercicio las hará sentirse bien con sus cuerpos, y recordá decir en voz alta lo bien que se siente.
- Sólo energía positiva. Hablen sobre sus estilos y lo que les gusta una de la otra. Sólo enfatizá aspectos positivos e intentá dar ejemplos específicos. Escuchá las cualidades que tu hija admira de vos y recordalas cuando necesites un empujoncito. Y decile a tu hija que te rete cada vez que te descubra siendo negativa o desagradable con vos misma.
- Aprendé a escucharla atentamente para mejorar la comunicación entre ambas. Intentá diferentes métodos para lograr entrar en sintonía con tu hija. Por ejemplo, intentá hablar con ella a diferentes horas del día cuando ella pueda ser más comunicativa. Salir a caminar o a algún lugar puede facilitar la conversación, en lugar de sentarse cara a cara.
- La habilidad más efectiva al escuchar es enfocarse en las emociones, no en el detalle del problema que ella te está contando. Por ejemplo, preguntale “¿Cómo te hizo sentir?” en lugar de asumir que ya lo sabes. Primero preguntale qué ideas tiene en mente para resolver su problema antes de ofrecer un consejo. Esto ayuda a tu hija a encontrar sus propias soluciones y a construir su autoconfianza y habilidades para la vida.
- Establezcan un código madre-hija. Puede ser una palabra o una frase privada que solo sepan ustedes, y que tu hija pueda utilizar cuando necesite ayuda o hablar de algo que le preocupa. Puede ser algo simple como "mamá, ¿me arreglás la pulsera?". Tómalo seriamente: cuando tu hija use el código, elogiala por haber pedido ayuda. Llevala a algún lugar privado y escuchala. Sin prejuicios y sin juzgarla.
- Promove su propio estilo personal ante la presión social. Estimulá a tu hija a que primero busque ropa que resalte su forma corporal y destaque su personalidad individual, y luego incorpore elementos de una tendencia dentro de su look. Reforzá en tu hija la necesidad de crear su propio sentido de estilo y autoexpresión. Demostrale que valorás su opinión pidiéndole su impresión sobre tus propias selecciones de vestuario.
- Ayudala a ganar perspectiva a proponiendo el juego de observar gente que tiene estilo propio.
- Coordiná con tu hija un día para revisar todo su guardarropas – y el tuyo también. Pruébense todo y conserven sólo aquellas prendas que les sientan bien. Identifiquen lo que más les gusta y traten de descubrir por qué. Analicen y comenten las nuevas tendencias de la estación.
- Establecé un presupuesto y visiten lugares novedosos juntas, no siempre los mismos negocios de marca obligados por las tendencias sociales. Vayan a ferias, mercados y boutiques independientes. Mantené la conversación abierta y alentadora. Permití que este compartir ideas sobre estilo personal sea una experiencia amena para ambas.
- Ayudá a tu hija a comprender la diferencia entre el hambre físico y el emocional. Las jóvenes aumentan el 50% de su peso corporal cuando pasan por la pubertad. Una de las cosas más importantes que podés hacer como mamá para apoyar a tu hija es ayudarla a que utilice este momento de su vida para enfocarse por el camino que conduce a una vida saludable, no a un camino que conduzca a las dietas y los extremos.
- El rol del padre es clave. Los padres no deberían esconderse durante los años de la adolescencia, ya que cuando se trata de la autoestima corporal de las chicas ellos pueden ser de gran ayuda. Aunque padre e hija no compartan el mismo género, un papá siempre será un modelo a seguir para ella, lo que significa que la forma en que un padre cuide su cuerpo, enseñará a su hija la forma en que cuide el suyo. Algunos consejos para ellos:
- Evitá hacer comentarios (positivos o negativos) sobre la apariencia de los demás, ya sea tu hija, un familiar o una famosa. Por ejemplo, mencionando qué espectacular que se ve una chica en una revista, le estás transmitiendo que la apariencia es importante para vos y realmente podes hacer que ella se sienta insegura sobre su propia imagen.
- Expresá tu admiración por mujeres involucradas en la política, deporte y cine. No olvides reconocer a las mujeres en tu familia que tienen habilidades y talentos.
- Tener respuestas listas a comentarios de gente que pueden afectar la autoestima de tu hija puede ser de gran ayuda. Piensen en algunas respuestas ambos juntos.
- Si tu hija te pregunta cómo se ve, no tengas miedo de contestarle: “Te ves hermosa”. Pero tratá de enfocar más tus comentarios en las destrezas de su cuerpo, en lugar de cómo se ve.
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