Desde hace ya más de un año, cuando abrió el Punto Verde en la plaza de mi barrio, me convertí en una evangelizadora del reciclado. Tiempo atrás, logramos que el consorcio pusiera un contenedor verde dentro del propio edificio, con lo que la separación en origen se simplificó muchísimo. Es impresionante lo que logramos reducir en casa la generación de residuos: calculo que generamos un 70% menos de basura al separar todo lo que puede ser reciclado.
Sin embargo, todavía muchos me ven como un “bicho raro” y hasta hay quienes se han burlado por mi obsesión de guardar todas las botellas vacías. Estoy convencida de que para tener una ciudad más limpia debemos empezar por nosotros, y que este gesto, por pequeño e individual que parezca, suma y mucho. ¿Por qué si en otras grandes ciudades llegan a separar hasta en cuatro bolsas nosotros no podemos hacerlo en dos?
Reciclar es más fácil de lo que parece. Pero hay que seguir algunos pasos, simples, para que la separación sea efectiva. Primero, hay que saber qué se puede reciclar y qué no. Si bien es no es complicado siguiendo el sentido común, hay algunos detalles para tener en cuenta. En su página web, el Gobierno de la Ciudad explica qué es reciclable y qué es basura.
Reciclable
- Plástico: botellas, envases, papel film, bolsas, sachets, potes, sillas, telgopor, bidones, radiografías, vajilla descartable y tapitas de gaseosa y agua. Estas últimas se pueden sacar o juntarlas para donar al programa especial que tiene el hospital Garrahan (que también recibe papel y llaves). http://www.vaporlospibes.com.ar/reciclado-de-tapitas
- Vidrio: botellas, frascos, envases transparentes o de color. No tienen que estar rotos.
- Metal: latas y envases de acero, aluminio, cobre, zinc, plomo, bronce y otros metales ferrosos. Desodorante en aerosol, tapas de frascos, papel de aluminio, llaves, candados, picaportes, griferías, ollas y cualquier otro artefacto compuesto por cobre o estaño.
- Cartón y papel: papel blanco o de color, impreso o no, cartulinas, sobres de todo tipo, diarios, revistas, folletos, cajas, guías telefónicas, cajas de huevos, rollos de papel y envases de tetra-brick.
- Telas: ropa en desuso, sábanas, manteles, trapos.
Basura
- Orgánico: restos de comida o poda.
- Plástico: envases sucios o con restos de comida, con restos de pintura, solventes, pegamentos, agroquímicos o sustancias tóxicas, envoltorios de golosinas, biromes, toallitas femeninas y pañales, CD’s y DVD’s.
- Cartón y papel: lo que está engrasado o con restos de comida, laminados o plastificados, servilletas y pañuelos descartables, papel de fax, tickets de papel termal, papel fotográfico, carbónico, metalizado o autoadhesivo, envoltorios de golosinas y vasos encerados.
- Vidrio: lámparas fluorescentes compactas, lámparas de bajo consumo, tubos fluorescentes, termómetros de mercurio rotos o en desuso, lamparitas halógenas y espejos.
- Telas: las ropas o telas que estén sucias o impregnadas.
Algo muy importante: todo lo reciclaje tiene que estar limpio y seco, como para no chorrear o manchar, por ejemplo, el cartón. No es necesario enjuagar las botellas o latas de bebida, pero sí deben estar vacías. Las latas de conservas o los envases en los que hay restos de comida deben enjugarse, pero sólo con agua: el detergente podría dañar el material. En la calle, cuando terminamos una botella hay que tirarla directamente en los contenedores verdes, pero si estamos desechando algo que necesita ser lavado (un envase de comida) es preferible descartarlo en el negro.
¿Cómo acopiar el material reciclable? Lo ideal es tener un contenedor separado, pero no es imprescindible. En casa, yo lo guardo en bolsas debajo de la mesada del lavadero. Se pueden usar las bolsas verdes para lo reciclaje y las negras para la basura, pero tampoco esto es imprescindible: lo importante es colocar la bolsa en el contenedor correcto al desecharla. También se puede poner, en una misma bolsa, distintos materiales a reciclar: no es necesario tener una para el papel, otra para el vidrio y otra para el plástico.
Los edificios, por ley, deben separar. La administración en este caso tiene que contactar a la cooperativa de reciclados urbanos del barrio para que retire los materiales, informar a los vecinos y definir un espacio para depositar los reciclajes. Si no hay lugar para un contenedor grande, una posibilidad es disponer en un piso el cesto para los reciclables y en otro, para los no reciclables.
Los residuos reciclajes pueden depositarse en las campanas verdes o llevarlos a los Puntos Verdes que están en plazas. Respecto de los residuos húmedos, hay que sacarlos de domingo a viernes, de 20 a 21, y depositarlos en los contenedores negros en la calle. Pero existe una opción para reducir aún más la basura que tiramos. En mi casa no la implementamos, básicamente porque no tenemos plantas. Sin embargo, los que tienen jardín, huerta o incluso sólo macetas pueden transformar buena parte de los residuos orgánicos en compost, un abono orgánico que mejora la calidad del suelo. No es necesario tener un gran espacio para realizar compost, y una compostera casera se puede hacer en casa sólo con un cajón de verdulería. Este video de la productora de semillas y productos para el campo Monsanto explica cómo:
Algo importante para tener en cuenta al compostar es organizarse con los residuos. Desde el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) aconsejan separar los residuos de cocina en el tacho, poniendo los restos de frutas y verduras crudas o cocidas, las cáscaras de huevo, saquitos de té, yerba, café y las servilletas. No utilizar residuos lácteos, grasas, huesos y carnes (son de difícil degradación y atraen insectos) ni tampoco comidas elaboradas porque aportan muchas sales al compost. Y acopiar los residuos de jardín para armar las capas del compostaje. En este caso, sirven las hojas y el césped secos y verdes, los restos de plantas, ramas y arbustos. No incluir excrementos de animales, residuos de malezas con semillas ni plantas o maderas tratadas con químicos.
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