En los últimos tiempos, el de la alimentación se volvió también un terreno de debate. En la búsqueda de una alimentación saludable –un objetivo al que todos deberíamos aspirar- muchas personas adoptan dietas fundamentalistas, que excluyen alimentos o grupos alimentarios, y que conllevan riesgos.
Una nota reciente de la revista Viva presentaba a algunos de los seguidores de estas tribus alimentarias. Están los paleo --tal el nombre de la dieta de moda—que comen lo mismo que comían nuestros ancestros en el paleolítico: carne, frutas y verduras, y nada de lácteos ni harinas; los crudistas o seguidores de la raw food, que comen todo crudo; los vegetarianos, que no comen carnes, y los veganos, que no comen ningún tipo de alimento de origen animal. También están los que sólo consumen comida orgánica, los que sin ser celíacos optan igual por una alimentación sin gluten o los que rechazan alimentos de criadero, como la polémica que se desató recientemente alrededor del salmón.
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Tanto está creciendo esta tendencia de demonizar ciertos alimentos que los nutricionistas ya lo están tomando como un tema de estudio: fue uno de los ejes de la Cumbre Mundial de Alimentos, que organizó el Ministerio de Salud bonaerense a fines del año pasado. Y desde la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) fijaron su posición al respecto en un comunicado.
Y frente a tantos mensajes, ¿qué deben hacer, justamente, los consumidores? Buscar información confiable en especialistas y proponerse ese objetivo que decíamos al principio, el de la alimentación saludable, entendiendo por ella “la que ayuda a alcanzar y mantener un peso saludable, promueve la salud y previene enfermedad”.
“Asistimos en la actualidad a un proceso sorprendente de demonización categórica de la mayoría de los grupos de alimentos. Este fenómeno esta guiado la mayor parte de las veces, por ‘pseudo expertos’, individuos sin especialización en alimentos, salud y nutrición”, comienzan señalando los especialistas de la SAN. Los nutricionistas apuntan a la responsabilidad de los medios en la transmisión de los mensajes y aseguran que “son los expertos en nutrición los profesionales más capacitados para comunicar responsablemente, sin sesgos, información culturalmente adecuada, basada en evidencia científica y médicamente apropiada acerca de los alimentos y su impacto sobre la salud”.
Cuando se envían mensajes absolutos y se enfatizan los aspectos negativos de los alimentos se puede generar “un pensamiento dicotómico y ambivalente, con el rechazo categórico del consumidor a las recomendaciones nutricionales de las guías alimentarias vigentes en nuestro país”. Los expertos marcan que esto se puede asociar “a una sensación de temor, ansiedad, desesperanza e incremento de la incidencia de ortorexia, la obsesión patológica por consumir alimentos saludables, puros y limpios”.
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Los nutricionistas advierten que esta demonización de los alimentos “configura un nuevo escenario con enorme impacto en la nutrición y la calidad de vida de los ciudadanos” al tiempo que “acorrala al consumidor sin generar mejoras en el mercado de los alimentos”. Y sostienen que “la regulación de la producción de alimentos y sus controles son áreas de imprescindible, profunda y continua investigación. De ser necesarios, se deben establecer nuevas reglamentaciones o cambios medioambientales que, debidamente evaluados, planificados, implementados y promovidos aumenten el valor percibido de la alimentación y optimicen la toma de decisiones, empoderando a los consumidores”.
En su página web, la SAN tiene una biblioteca para consulta de la comunidad. También hay otros sitios donde se puede leer más información sobre alimentos:
- www.sanutricion.org.ar/biblioteca-comunidad.html
- www.anmat.gov.ar/Alimentos/Alimentos.asp
- www.fda.gov/AboutFDA/EnEspanol/#food
Foto: Flickr / Craig Sunter
como sería esto de que la demonización "acorrala al consumidor sin generar mejoras en el mercado de los alimentos" ¿??????
ResponderEliminarQue opinan sobre los agroquimicos utilizados en los alimentos. Un tomate cultivado en nuestra propia huerta libre de veneno no es igual al que compras en el mercado.
ResponderEliminarCreo que la cuestión pasa justamente por no demonizar determinados alimentos sino por lograr una dieta balanceada. Incluso las nuevas guías alimentarias del Ministerio de Salud contemplan un mínimo ¨permitido¨diario para los alimentos que sí hay que intentar desterrar o al menos reducir drásticamente de la dieta, como los azúcares y las grasas.
ResponderEliminarNo es demonización, sucede que ahora la gente se preocupa un poco mas por informarse, y cuando comienza a hacerlo, nota que las grandes empresas priorizan las ganancias millonarias a costa de la salud de la gente, mintiéndole, engañándola, mezclando medias verdades con mentiras. Descubren que las mismas empresas se van apoderando a través de adquisiciones y megafusiones de todo lo que pueden controlar, patentes de todo tipo, apropiación de la biodiversidad, destrucción de suelos y acuíferos, etc., etc., etc. Quieriendo vender una imagen positiva de una industria diseñada para apoderarse de cuanto recurso natural puedan rapiñar.
ResponderEliminarSucede que la gente informada ya no se traga el cuentito de "queremos lo mejor para ustedes" porque de lo que de verdad se trata es "queremos todo para nosotros y la gente nos interesa un carajo".
Y seguirán mintiendo y engañando en pos de estos objetivos de control de masas utilizando la principal herramienta de ingeniería social que siempre han utilizado: la mentira.
Saludo
Horaico Sánchez