“Lo mejor no es el pecho” y “lo mejor tampoco es el biberón”. ¿Cuántas veces se encontraron, en la crianza de sus hijos, frente a contradicciones de este estilo? ¿Cuántas veces alguien les dijo que lo que estaban haciendo era lo peor del mundo que podrían hacerle a su bebé? Esa voz de autoridad podía venir de otras madres, de tu propia madre, de la madre del padre de tu niño, del pediatra, de un experto en la TV, de un libro o de un sitio de crianza. Todos tienen algo para decir cuando de criar hijos se trata. Y una, que está intentando entender de qué va todo esto, más de una vez se siente juzgada y, muchas veces, inlcuso condenada.
Esto es lo que expuso la bloguera Jaoine Yabar en un post que se viralizó rápidamente. Hay una frase que comparto absolutamente: “Lo mejor para tu hijo eres tú”. A mí me llevó muchos años de maternidad darme cuenta de esto. Muchas veces, por distintos motivos, pero en especial en relación a compatibilizar la vida laboral con la familiar, me he sentido ante una mesa examinadora. Muchos mandatos, muchas miradas y, cada vez más, exceso de información. Tan observada te sientes a veces que tu autoconfianza puede terminar minada y eso es lo peor que puede pasar.
No significa que no tienes que escuchar, porque probablemente la mirada del otro, cuando está desprovista de prejuicios e intención de juzgar, puede aportar un punto de vista diferente que sea enriquecedor. La cuestión es confiar en tus capacidades y en tu instinto. Si algo te hace ruido, préstale atención porque seguramente hay alguna pieza suelta. Aunque la “máxima autoridad” haya dicho que es así.
A mí me llevó mucho tiempo, como dije, vencer las propias inseguridades de toda primeriza y aceptar que el modelo que vale es el que funciona para ti y para tu familia. Hay que escuchar, tender redes y compatibilizar la crianza con tu pareja, pero siempre debes confiar en lo que sientes que tienes que hacer. El instinto maternal te guiará de manera mucho más precisa que el mejor libro de maternidad.
Coincido con todo lo que dice Jaoine, pero destacó su frase central: nunca te olvides que lo mejor para tu hijo eres tú.
Foto: Flickr / Oleg Sidorenko
Esta nota se publicó originalmente en Disney Babble Latinoamérica.
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