El lado B de ser mamá




En estos tiempos, saludablemente se puso en el centro del debate el derecho de la mujer a ser protagonista de su parto. Una nota de opinión que publiqué en Clarín hace unas semanas a propósito de las declaraciones de Paula Chaves sobre su parto generó en mis redes una enorme polémica. Me parece genial que eso suceda y que se siga alimentando, porque creo que la existencia de diferentes posiciones y el hecho de que las mujeres nos informemos sobre ellas llevará a que podamos tomar las riendas del momento más importante de nuestra vida, el de traer un hijo al mundo. Y eso, informarse y conocer, en un sentido y en el otro, permitirá desmitificar y entender que no hay mejores o peores madres según como hayas tenido a tu hijo. 

De desmitificar la maternidad se trata MamíFera. El lado B de la maternidad, el libro que Mercedes Muñoz publicó en Editorial Albatros. Mercedes no viene “del palo”, y lo suyo es la experiencia de una mamá de hoy, que investigó, se informó y vivió lo que todas las madres vivimos al ser madres. Licenciada en arte dramático y docente, dirige junto a su socia un estudio de casting y esa vivencia de mujer moderna, trabajadora e interesada es lo que atraviesa el libro. 

El libro es una catarata de consejos, con una posición muy definida respecto de la vuelta a lo natural, la defensa del parto humanizado y de la idea del colecho (este último punto, algo que ya saben que no comparto y que he escrito por qué). Pero la verdad es que me pareció muy interesante justamente esta idea de una madre “mamífera” en este contexto actual (que trabaja mil horas, tiene decenas de demandas que cumplir, y quiere ser la mejor madre posible) y muchos de sus tips. Hay consejos prácticos imposibles de reproducir aquí (por ejemplo, una gran idea para hacerse una misma el imprescindible almohadón para amamantar, elemento clave para facilitarte la lactancia en especial con el primer hijo), así que elegí algunas reflexiones para compartirles: 

1. Con la maternidad, más que nunca, las prioridades se refrenan solas. Nadar en contra de una gran ola es un acto de necedad y autoflagelo: lo mejor es barrenarla en el sentido de su corriente y dejarse llevar hasta la orilla. 

2. Hay que escuchar todos los consejos, pero eso sólo sirve para armarse un contexto, un trampolín desde donde poder saltar al vacío y actuar guiada por la propia sabiduría. 
3. Cochecito, silla vibradora, cuna, móvil: son muchos los objetos que vamos a necesitar para el recién llegado a la casa. Que esos objetos circulen de familia en familia, es ecológico y más amable que varias generaciones puedan disfrutarlos. 
4. Está bueno saber qué es el parto respetado y cuáles son los derechos de la mujer a la hora de parir. Existe una ley nacional, la 25.929, que entre otros puntos importantes garantizan el derecho a estar acompañada por quien ella elija durante todo el trabajo de parto y el alumbramiento y que no existe motivo, tanto en el ámbito privado como público, para que se impida a la mamá gozar de este derecho.
5. Si la mujer tiene la necesidad de parir en su casa y no siente el temor que sentimos otras madres, es probable que se está conectando con su instinto, y lo mejor es que lo intente con mucha responsabilidad. Responsabilidad significa beneficiar el bienestar del bebé por encima de sus deseos o expectativas. 
6. Es posible lograr una cesárea humanizada. ¿Cómo? Tratando como a una reina a a la madre y al heredero en la corona. Esto es, permitir que la mujer esté en compañía de quien quiera, incluso dentro del quirófano, poner música si lo desea, y promover el contacto inmediato entre el bebé y la piel de la mamá, incluso la lactancia dentro de la primera hora. 
7. Nació el bebé, y la ecuación del tiempo no cierra. ¿Qué madre no la experimentó? “El tiempo se convierte en infinito y se extingue en sí mismo, desaparece. Por algún desentrañable motivo, no hay tiempo para bañarse, no hay tiempo para ir a hacer pis sola, ni para responder e-mails... y a la vez no hay nada más que hacer que estar con la cría”, plantea Mercedes sobre la experiencia que toda puérpera vivió. Va cavando hondo en nosotros una insatisfacción “tan peligrosa como inconfesable” cuando deberíamos sentirnos más felices. Sus ideas para intentar acomodarse son recurrir al WhatsApp con otras madres en la misma situación, tener una persona que ayude, establecer turnos con la pareja, intentar que el bebé vaya tomando rutinas y no dejarse estar con la higiene y apariencia personal.
8. “Pocas cosas materializan el concepto de ‘intimidad’ en la vida cotidiana: quizá los actos sexuales y las evacuaciones intestinales... alguno que otro pensamiento privado... no mucho más. La ‘intimidad’ es aquello que preserva los actos de un sujeto del resto de los seres humanos. Lo que guardamos, lo que reservamos sólo para nosotros. La hemos construido gracias al respeto de los demás y ha colaborado en la constitución de nuestra personalidad y conciencia de ser (…) Desestabilizar algo naturalizado es jugar con fuego. Creer que ‘ir a mear mientras damos la teta’ es inofensivo, es un error. Creer que bañarnos con la cortina abierta mientras le hacemos morisquetas a un bebé que no le copa ni un poco quedarse en el huevito en medio de tanto vapor, no nos molesta. Eso es negación. Creer que depilarnos mientras le enchufamos en la tele ‘Los ositos cariñositos’ es inocuo para nuestra psique también es una bomba de tiempo”. Delegar con criterio y paz es un primer paso para reconstruir nuestro espacio privado ahora que somos madres. 
9. "Amar es trascenderse a uno mismo, es hacer y pensar, y sentir en función del bien del otro, de ese otro que amamos. El amor es un energizante poderosísimo, ahí residen todas las fuerzas que el ejercicio de la maternidad nos demanda. Volver al amor que sentimos, como motor para todas las acciones que implican 'criar', volver a esa usina cuando estamos agotadas, volver a ese generador eléctrico cuando tenemos que tomar decisiones importan- tes, es el único secreto. El amor y la verdad se convierten en la misma cosa cuando somos mamás". 

10. ¿Qué es en definitiva criar un hijo? "Criar para dejar ir, es la tarea más demoledora a la que hemos sido convocadas. Criar para forjar una persona de bien, con valores, con buen corazón, con ideales, con deseos, con objetivos, y con herramientas para alejarse y buscar su destino. Criar para que otro brille y ría y goce. Y un día críe a los suyos para mejor, siempre para mejor".

Para seguir leyendo: MamiFera. El lado B de la Maternidad. Por Mercedes Muñoz, Editorial Albatros, 192 páginas, $ 350

Foto: Jessica Pankratz / Flickr

Adriana Santagati

Soy periodista desde hace 20 años y mamá desde hace 10. Edito en Clarín Sociedad, soy blogger en Disney Babble y escribo en Ciudad Nueva. En este blog recopilo noticias, consejos, experiencias y reflexiones sobre todo lo que nos atraviesa en nuestra vida cotidiana (y en especial en la maternidad/paternidad).

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