El 29 de enero se cumplen 55 años del estreno de La Bella Durmiente (Sleeping Beauty) y ya se pudo ver el primer tráiler de Maléfica, la próxima película de Disney que tendrá como protagonista a Angelina Jolie en el rol de la villana.

Muchas veces me puse a pensar quién era la más mala de todas las malas de las películas de Princesas. Y fue motivo de largos debates con mi hija, por supuesto. También discutimos sobre nuestra princesa favorita. Ella va cambiando su elección con el tiempo:  ahora, en este preciso momento, AMA a Elsa, la poderosa princesa/reina de Frozen, y yo también la tengo en mi Top 3 por valiente y segura de sí misma (y porque lleva el vestido más maravilloso creado por los diseñadores de Disney). Aunque si tuviera que elegir a una, probablemente me quedaría con Cenicienta, porque es la princesa de mi infancia: fue mi cuento preferido y la película me sigue pareciendo, aún hoy, una obra maestra de la animación.

Y la madrastra de Cenicienta es una de las grandes malas de toda la historia del cine, no se puede dudar. La construcción de ese personaje es sublime: es perversa, manipuladora con sus dos bobaliconas hijas, hace sufrir a su pobre hijastra sólo para garantizarse una mucama gratis y también porque ve en ella a quien puede alejarla de sus objetivos. A la madrastra de Cenicienta la mueve el poder, ya sea el que quiere obtener en el palacio como el doméstico que puede detentar puertas adentro de su casa.

Pero no. No es mi malvada favorita. Quizás porque en el fondo lo que la motiva sea lo mismo que a tantos malos de carne y hueso. Al igual que a Úrsula, que a la búsqueda de poder le suma la venganza –también, como tantos personajes reales–. Tampoco es mi favorita Madre Gothel, porque detrás de su villanía hay una razón práctica: conservar su propia juventud. Ni la madrastra de Blancanieves, porque en el fondo es bastante idiota: tanto drama por poner a la adulación de su belleza como la razón de su vida. Me gusta mucho sí la reina Narissa, en la piel de Susan Sarandon, como síntesis de todas las malas en Encantada, pero estamos hablando acá de malas de dibujito.

Y ahí sí se erige ella. Bellísima, fría, implacable, y todo… ¡porque no la invitaron a un bautismo! Herida en su orgullo, Maléfica hará lo que sea para destruir a Aurora. Se tomará su tiempo, sabrá esperar, trazará planes para lograr el objetivo. Maléfica es la personificación del mal por sí mismo. Y, en rostro de superlativa belleza de Angelina, será también la perfección del mal. La película revelará qué la llevó a convertirse en la reina de las villanas. ¿Cuántas niñas querrán ahora ser Maléfica? 

Esta nota se publicó originalmente en Disney Babble Latinoamérica