Más que una bebida


Que nuestro cuerpo necesita una hidratación adecuada ya es sabido (los famosos dos litros de agua por día). Que nos cuesta cumplirlo, también. Que lograr que los chicos tomen agua (y no sólo juguitos artificiales) es casi tan difícil como que coman frutas y verduras, igual. Del mismo modo que meter en la dieta alimentos naturales frente a la batería de productos industrializados. 

Por todo esto, me gustó mucho la idea del último libro de Pía Fendrik. Cocinera, experta en food styling y en difusión de una cocina rica y simple (como la de su colección Rico y Fácil, que tengo casi completa), ahora se metió con las bebidas de moda: jugos, licuados y smoothies. 

El libro, que se llama así, lo editó Catapulta en pleno verano, momento ideal para esas bebidas. Pero la propuesta es ideal para sumarla a la dieta de todo el año, en especial con los más chicos. El libro tiene muchas recetas con las divinas fotos de Angela Copello, pero también algunos buenos consejos para tomar en cuenta. Aquí, les comparto 10 ideas. 

1. La cocina es un gran laboratorio que nos está esperando para que, con ensayo y error, cada uno logre sus propias creaciones. 

2. Si tenemos en casa una licuadora que no es muy potente, rallar la fruta o cortarla en porciones pequeñas antes de licuarla. 

3. Tener en el freezer fruta congelada en cubos es una buena opción para improvisar licuados o smoothies en el momento. 

4. Si vamos a usar frutos secos en una de estas preparaciones, remojarlos 12 horas antes en agua. 

6. Los licuados, smoothies y aguas saboreadas deben tomarse en el momento porque se oxidan rápido al contacto con el oxígeno. Si se van a guardar, hay que hacerlo bien tapadas, y en la heladera. 

7. Las frutas aportan mucho azúcar. Por eso no es necesario agregar azúcar, más si están maduras. Si igual queremos preparaciones más dulces, ponerles poca azúcar. A la hora de endulzar, es mejor el azúcar orgánico sin refinar. También se puede endulzar con azúcar mascabado (que tiene un proceso de refinado mínimo por lo que mantiene sus vitaminas y minerales), frutas muy maduras, frutas desecadas, miel o estevia.

8. Las aguas saboreadas son una alternativa interesante para hidratarnos, en especial aquellas personas que no les gusta el agua por ser insípida. Cortar la fruta en láminas bien finitas para que la superficie de contacto en el agua sea mayor y le transfiera más sabor. Cuanto más tiempo se deje macerar, más intenso será el sabor de la bebida. 

9. Los licuados brindan sensación de saciedad y son beneficiosos para el sistema digestivo porque contienen la fibra de la fruta. Si no nos gustan muy espesos se les puede agregar hielo y agua. 

10. Los smoothies tienen una consistencia más firme, entre un licuado y un helado. Se logra incorporando fruta congelada y poco líquido, y en casi todos se elige al menos un ingrediente bien cremoso, como palta, banana o aceite de coco, para obtener esa textura buscada. Son ideales para un desayuno nutritivo.  


Para seguir leyendo: Jugos, licuados y smoothies. Por Pía Fendrik (fotografías de Angela Copello). Editorial Catapulta, 214 páginas, $ 349

Adriana Santagati

Soy periodista desde hace 20 años y mamá desde hace 10. Edito en Clarín Sociedad, soy blogger en Disney Babble y escribo en Ciudad Nueva. En este blog recopilo noticias, consejos, experiencias y reflexiones sobre todo lo que nos atraviesa en nuestra vida cotidiana (y en especial en la maternidad/paternidad).

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