Siempre amé las fotos. Tomarlas (aunque soy bastante mala como fotógrafa) y mirarlas. Me gusta encontrarme con fotos de casualidad y recordar los momentos que esa imagen capturó. Cada foto encierra una historia.
Un poco esa idea es la que atraviesa el concurso que organiza un sitio de bodas, que invita a fotógrafos a enviar sus fotos de compromiso. También tiene un concurso de fotos de casamientos, pero en estas, aunque son retratos de parejas, no hay vestidos blancos, ni ramos de flores ni novios de traje. Hay escenas espectaculares, pero también gestos, detalles. Amor puro.
Foto: Kerry Morgan
Las imágenes que seleccionó el jurado son perfectas, lo que una esperaría antes del cartel de The End de una película romántica.
Foto: Nisha Ravji
Algunas, incluso, parecen composiciones artísticas, como el espiral que lleva al amor o los protagonistas mirando una aurora boreal que corta el aliento.
Foto: Ekaterina Mukhina
Foto: Cole Roberts
Pero las que más me gustan son las simples, la que reflejan el amor sin espectacularidad. Un abrazo, una mirada, ambos dormidos: como en la serie de una ilustradora coreana que les mostré aquí hace un tiempo, yo creo fervientemente que el amor es eso, una suma de pequeñas cosas.
Foto: Eastlyn Bright
Foto: India Earl
Foto: Emily Broadbank
Creo que eso es lo que simbolizan estas fotos: la carga romántica que subyace en estos vínculos. Y, en ese sentido, no se necesita un fotógrafo experto, ni una súper cámara y mucho menos un escenario espectacular. Todas las parejas podemos tener nuestra foto romántica increíble.
Creo que eso es lo que simbolizan estas fotos: la carga romántica que subyace en estos vínculos. Y, en ese sentido, no se necesita un fotógrafo experto, ni una súper cámara y mucho menos un escenario espectacular. Todas las parejas podemos tener nuestra foto romántica increíble.
Foto: Lucy Fell
Yo tengo dos preferidas, ésas que cuando miro reconozco el amor que me sigue uniendo a mi esposo tantos años después. En una de ellas me está sosteniendo por el aire en unas vacaciones hace 15 años, tanto tiempo atrás que pareciera que somos otros los que estamos sonriendo (pero no, somos nosotros: cambiamos y seguimos siendo nosotros). Otra es un retrato familiar que nos tomaron en un casamiento, en el que yo sostengo a mi hijo de pocos meses y mi hija se apoya sobre su papá. Por supuesto que los hijos también pueden estar en una foto romántica, ¿o no son parte fundamental de nuestra historia de amor?
Las invito a que visiten la galería completa de Junebug Weddings en este link, y también a que busquen en sus álbumes, su computadora y sus celulares para encontrar esas fotos románticas que más les gustan de su pareja. Seguro se van a volver a emocionar.
Foto: Alicia White / Junebug Weddings
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