Acaba de hacerse en Mar del Plata el XIX Congreso Argentino de Nutrición. Uno de los especialistas más destacados que participó del
encuentro fue el estadounidense John Foreyt, director del Centro de
Investigación en Medicina de Comportamiento del Baylor College of Medicine de
Houston, Texas, quien hizo foco en un tema central: el peso. Es sabido que un
peso controlado nos hace estar más saludable. Pero, ¿cuán flaco hay que estar
para estar flaco?
Según Foreyt, no es necesario estar esquelético. Y apenas un
5% de descenso en el peso ya provoca mejoras significativas para la salud. “Dios nos ha hecho
distintos, tenemos diferentes formas, tamaños, por eso es que no hay que estar
muy flacos para estar sanos”, aseguró el experto.
Foreyt también presentó un estudio realizado entre 5.000
pacientes de su centro, que le permitió elaborar una guía de pautas para lograr
cambiar los hábitos. Lo importante, destacó él y el resto de los participantes,
es modificar las conductas nocivas, e ir haciéndolo de a poco con pequeños
cambios. El médico argentino Ricardo Basile, presidente del Congreso, explicó al diario Clarín cuáles son esos cinco pilares del cambio:
- Concientización: saber qué comemos y cómo lo comemos. Ser consciente de que nuestras elecciones tienen un impacto.
- Energía física: ya caminar 35 minutos por día, cinco días a la semana, a largo plazo produce cambios muy importantes.
- Los factores psicológicos: el estrés, la depresión o el aburrimiento, entre otros, pueden ser un obstáculo para adelgazar.
- El sistema de apoyo: la familia y los amigos son claves para lograr resultados positivos.
- Metas realistas: es preferible bajar de peso de a poco, que perder mucho de golpe y después recuperarlo.
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