La Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) difundió ayer los resultados de la prueba PISA, una evaluación
internacional a alumnos de 15 años que se toma cada tres años y que establece
un ranking de calidad de la educación.
En esta edición, participaron 65 países y Argentina quedó
entre los últimos 10: ocupó el puesto 59° de un ranking que dominaron países y
ciudades asiáticas, con Shangai, Singapur y Hong Kong en el top three. Los
resultados para América Latina fueron en general negativos y el mejor
posicionado fue Chile (51°). Argentina quedó sexta en la región detrás también México, Uruguay, Costa Rica y Brasil, y sólo
superó a Colombia y a Perú, el último de la lista. Además, bajó un
puesto respecto del ranking 2009.
La prueba se dividió en
tres áreas. En Matemática, los alumnos argentinos obtuvieron la menor cantidad
de puntos, pero fue la misma que en la edición anterior (388). En Comprensión
Lectora (Lengua) retrocedieron de 398 puntos a 396 y sólo mejoraron en
Ciencias, porque pasaron de 401 a 406.
Los resultados –más allá
de la justificación oficial de que se mantuvieron en general los obtenidos en
la última edición, pero con la incorporación de más alumnos al sistema– volvieron
a poner en debate la calidad de la educación local. Y el principal problema, puntualizó
el informe PISA y coincidieron los expertos locales, radica en las dificultades
con la lectura: los adolescentes argentinos no comprenden lo que leen.
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